Siempre dos a la gresca

Salvador Barnés (*)

Con una expectación contenida, en un país que en casi nada cree, ha estado muy atento a esta pretendida ‘espantada’ que quería hacer Sánchez". Su silla curul monclovita, con 20 mini Partidos que apoyan al presidente, más dos agrupaciones independentistas, han arropado al líder Sánchez de ese agobio judicial que tiene por su mujer.

Así que cuando dio su respuesta a lo que quería hacer, dimitir, convocar elecciones, está como sabemos fue la frase que dijo y sus seguidores esperaban "Sigo en mi puesto", hizo un discurso demoledor pero constructivo para lo que él piensa diciendo que  “generará la vida pública y la democracia". El desenlace de este psicodrama que él mismo ideó y se montó, ha sido solo el querer pretender salvar su propio honor¿lo ha logrado, lo lograra?.

Esto que ha hecho no creo que haya sido ningún freno a las averiguaciones judiciales, mediáticas o políticas. Con su comportamiento no ofrece garantías y menos dar ejemplos de nada, todo ha sido una huida hacia adelante, todo ha quedado en un estudiado desfallecimiento y una operación político-sentimental,¿ Para qué?.

El presidente Sánchez evita las Cortes como es sabido, el quiere transformar el Parlamento para que esté al servicio del Gobierno, y abre el arcón de los pleitos entre la oposición y su Gobierno en donde se insultan se enlodan y se descalifican a "tutiplen".

Todo esta ha traído posturas encontradas y escondidas que esperan tiempos mejores si los hubiera, por eso podemos entender el difícil papel que le ha hecho hacer al Rey con su mesiánica carta, habrá pensado también en que situación dejó a millones de españoles con esa fantasmada de espantada que amenazó a la ciudadanía.

Hay una idea que tienen todos los "átomos partidos" satélites del Gobierno que luchan por acabar con la España Constitucional, estos van a todo para poder instalar como recambio de una Monarquía Parlamentaria por una República Libertaria.

Les gusta repetir la equivocación que tuvieron y rematar lo que no pudieron con la República que quisieron implantar en España en la década de los 30, querían imitar a la de Francia, pero ya ven en que quedó. Pero aquí ya lo vemos, siempre buscando la "boca" de los demás, o somos rojos o azules, con el Rey o contra el Rey, o dictadura o democracia, siempre dos, las dos Españas, todo un gran problema que hasta ahora si en algo se ha solucionado ha sido con plomo sangre y muerte.

Pero la situación ha quedado que parece que se tiene que aceptar guste o no guste, aunque se vea que la mecha del sanchismo está casi consumida. En todo lo que vemos   de este ambiente escabroso y fangoso que tenemos políticamente es lo único que no tiene luz ni brilla, así que solo apostamos por la cordialidad democrática con una meta de trabajo para sacar del atolladero al País y dejar de ser "diferentes".

(*) Articulista