Debería ser negocio prevenir incendios y no tanto «remediarlos» (el caso de Parque Nacional del Teide)

Foro contra la Incineración

En un hecho del que uno al menos -con cierta edad- no conoce precedentes, este verano ardieron en el Parque Nacional de El Teide unas 1.000 ha. Vamos, unos 500 campos de fútbol como gusta describir estas situaciones a los periodistas porque es como mejor lo entiende la gente, lamentablemente quizás. Tres años antes de este incendio, concretamente en agosto del 2020, aquí comentábamos el tema Parque bajo este titular: ¡Error! Referencia de hipervínculo no válida.. Y sí, aunque no nos insultaron como están haciendo ahora unos cuantos, obviamente nadie hizo ni caso y la realidad es que si este año, sin apenas vientos, no meten arriba a cuatro o cinco hidroaviones del Ejército del Aire a echar agua salada del puerto de Santa Cruz y al Kamov Ka-32A cogiendola de la balsa de Fasnia, es muy probable que no estuviéramos hablando de 500 sino de 5.000 campos de fútbol tipo Bernabéu. Vamos, que si yo tuviera alguna responsabilidad en esa historia desde luego que estaría mucho más preocupado por los 5.000 (y su futuro) que por los 500, a eso pónganle el cuño.

Eso porque, entre otras cosas, lo que cuentan algunas personas que lo vieron (y que participaron de las labores de extensión) es que lo de los medios del Parque Nacional, que los tiene, para atajar la incursión del fuego dejaron no mucho, sino muchísimo que desear. Tanto es así que gente que sabe del tema no se explica cómo ese fuego pudo cruzar el Pico de Cho Marcial, entrar en el Parque, amenazar a todo el complejo astronómico de Izaña y pasar de un lado a otro de la carretera general como si tal cosa. Vamos, como si ahí hubiera un pinar trancado y las piñas ardientes saltando de un lado para otro con vientos de 70 Km/h que, para suerte de toda esta Isla, no se dejaron ver durante casi ese mes de incendio. O sin casi.

En fin, el desprecio y los insultos cuando alguien se atreve a hablar del Parque (lo de «ignorante» es lo más fino), donde algunos de estos entendidos tienen hasta chalet familiar de esos que no se tocan como sí ha pasado con otras edificaciones históricas que se han derribado (además de acciones en Teleférico), no sólo lo he vivido estos días al publicar imágenes de decenas de kilómetros atravesados por una zanja (tipo surco para plantar millo pero en plan bestia) hechos por una retroexcavadora que, además de esto, está abriendo miles de agujeros para repoblar incluso donde jamás creció vegetación alguna. No, debe hacer como 10 años pregunté a un experto que daba una charla en La Laguna sobre el Parque sobre los motivos de la seca masiva de retamas (que han convertido al parque entero en un polvorín) y el hombre despreció la pregunta lo más grande y se fue por las ramas (o por las retamas si se quiere en este caso).

Lo único que le dije, que creo que fue lo que le molestó en verdad, es que me habían dicho unos viejos de Vilaflor (donde estuve trabajando un tiempo) que las retamas se secaban porque estaban adaptadas a las podas y que ya ni dejaban podarlas, ni entraban cabras y tampoco se veían esas grandes nevadas que realizaban esa poda de forma natural. Que eso, según ellos, estaba haciendo que se creara una especie de hongo que estaba acabando con ellas. Secándolas masivamente como cualquiera puede comprobar desde la misma carretera.

Claro, el hombre fue nombrarle opiniones de viejos cuando ellos trabajan con cubetas y recogiendo -y contando– cagadas de conejos para analizarlas en laboratorio, y puso cara como de asco. Y uno, por edad y por crianza en esos montes haciendo remates a mata rasa con 13 y 14 años para hacer estiércol con ayuda de las vacas y las cabras, entiende que hay que escuchar a todo el mundo, a los técnicos por supuesto, pero sin despreciar, denigrar y mucho menos tratar de «ignorante» a nadie independientemente de lo sucias y curtidas que pueda tener sus manos. Que no lo digo por mi hoy en día, para bien o para mal ya no suelo tener mierda bajo las uñas como en esos tiempos.

¿La realidad del Parque y la opinión de uno desde su ignorancia? Pues en fin, no es que esté mejor que nunca como dicen ellos, ahora mismo están quemadas 1.000 hectáreas y a toda prisa tratan de que eso en tres o cuatro años no sólo no se note sino que ahí dentro, previo vallado perimetral, se esté desarrollando una especie de bosque tipo retamal en altura. O al menos eso muestran, en este caso con codesos ¡por supuesto que en flor! las dos fotos que han difundido del Roque de los Muchachos donde se han hecho vallados para recuperar flora, aunque nada que ver ni con las dimensiones ni con los agresivos métodos de intervención que se están utilizando aquí.

«Reconocen que afectan (los vallados) negativamente al paisaje cuando están recién instalados pero, con el paso del tiempo, pueden causar la admiración de todos, turistas y residentes, como ya sucede en las cumbres de La Palma con la recuperación de vegetación gracias a estas barreras». Hombre, el paisaje es lo de menos (en lo de causar admiración a los turistas que en número de 3 o 4 millones ya suben arriba todos los años no quiero entrar), lo de más es que han metido retroexcavadoras abriendo surcos inmensos, incluso en laderas, y las consecuencias no sólo serán paisajísticas sino que, con el tiempo también, pueden llegar a cambiar hasta la propia orografía de la zona dependiendo de cómo vengan los vientos y las precipitaciones. Vamos, eso es un asunto que ve cualquier mago, como obviamente es mi caso.

Pero en fin, uno todavía lo que cree es que cada uno, dentro de un orden, diga lo que le parezca sobre las cosas que observa sin necesidad de que nadie lo esté despreciando, insultando ni nada de eso. O que te pagan y tal que por lo pronto demostrado está que cobran los que aparecen en el cartel de obra, porque están haciendo obras dentro del espacio al que está prohibido entrar caminando, a razón de un millón de euros para empezar a hablar. Y si de lo que se habla es de lo que ocurre en espacios que supuestamente nos pertenecen a todos, en este caso nada menos que a la humanidad en su conjunto según la ONU, pues casi que más todavía si además estamos hablando de cómo se utiliza el dinero de los impuestos de todos.

Dos cosas más asunto del desproporcionado vallado. Los muflones están en El Teide no porque hayan venido en la Binter a coger sol sino porque desplazaron a las cabras, a las que no era tan divertido dispararles, para que ciertos señoritos aquí no tuvieran que ir al continente para hacer caza mayor. Eso se hizo, qué sé yo, medio siglo debe haber y no han acabado con ellos simple y llanamente porque no les da la gana para poder seguir divirtiéndose con eso que en fin, cada uno tiene sus gustos.

Y la segunda, tanto en el caso de los muflones como en el de los conejos, que como las perdices… se crían y se sueltan por ahí para después dispararles ¡con la colaboración de El Cabildo que mete dinero público en eso y cría incluso en Aguamansa y demás! y no sólo hacen daño a la flora autóctona, como esta gente se piensa. No, los destrozos que causan ¡incluso los muflones ya en esos altos de Arico porque arriba no encuentran comida! en los cultivos de medianías ¡hasta en la viña! se han convertido en otra desgracia más para el poco sector primario que va quedando y todo bicho que no entre en esos centenares de hectáreas, menos las aves que mueran estampadas contra el galvanizado de esas vallas, buscarán alternativas más abajo o ejerciendo más presión sobre zonas no quemadas. Pero al fin y al cabo estamos hablando de daños a la agricultura y ya me dirán ustedes a quién carajo importa eso en esta tierra ya.

El hecho de que los incendios se estén convirtiendo en un negocio para muchas empresas, que no tiene por qué considerarse en principio como algo malo per se, a uno le parece que tiene sus «riesgos» y sería mucho mejor (y más seguro sin duda) invertir los términos y convertir en negocio (incluso en modo de vida) la prevención. Pero eso es otra historia que no viene al caso. O sí, pero se haría muy largo el rollo.