Un llamado a la acción ante la crisis migratoria en Canarias

Proyecto Igualdad

Nos encontramos en un momento crucial, enfrentando desafíos globales que demandan una respuesta inmediata. La situación migratoria en las Islas Canarias ha alcanzado niveles alarmantes, con más de 150 cayucos llegando en los últimos meses, poniendo de manifiesto la urgencia de acciones concretas para abordar esta crisis humanitaria. 

A pesar del desafío que representa, algunos municipios de Tenerife han dado un paso adelante, creando centros de acogida para menores migrantes, demostrando un compromiso inquebrantable con los valores humanitarios y una responsabilidad compartida para ofrecer protección y oportunidades a los más vulnerables. Sin embargo, el municipio de Santa Úrsula, bajo la dirección del alcalde Juan Acosta, ha optado por una ruta diferente. 

La reciente decisión de revocar la iniciativa de abrir un centro de acogida para estos niños, sumado a la convocatoria de una manifestación con tintes xenófobos, una falta de empatía alarmante para cualquier cargo público, y lo que es, una alarmante inclinación hacia decisiones motivadas por razones discriminatorias. Esta actitud contradice los principios de justicia y equidad e ignora la rica historia de migración y solidaridad de nuestras Islas. 

En un momento donde la acción colectiva y la empatía son más necesarias que nunca, es imperativo reconsiderar estas decisiones y priorizar el bienestar de los menores sobre cualquier consideración política o ideológica. Es crucial que Santa Úrsula, y especialmente el alcalde Acosta, reflexionen sobre su posición y se unan al esfuerzo de otros municipios para ser un ejemplo de solidaridad. 

Hago un llamado a la acción para defender los derechos y la dignidad de los menores migrantes. Instamos a las autoridades pertinentes a ofrecer soluciones justas y a actuar con transparencia. En Canarias, debemos demostrar que el espíritu de acogida y solidaridad prevalece sobre la discriminación y el odio. 

Ningún niño merece ser dejado atrás. Es hora de unirnos y asegurar que Canarias siga siendo un refugio de esperanza y un faro de humanidad. 

Pido a los medios de comunicación que informen sobre la falta de civismo y solidaridad de parte de la población de Santa Úrsula, y del racismo que aún impera en parte de nuestra sociedad.