La exgerente del IID lleva a la Fiscalía las irregularidades en la gestión de Deportes

Carmen Santana achaca el cese a su negativa «al abono ilegal» de facturas a una empresa

EDDC.NET / Las Palmas de Gran Canaria

La exgerente del Instituto Insular de Deportes (IID), Carmen Santana, puso en conocimiento de la Fiscalía Provincial de Las Palmas en los primeros días de enero, antes de su cese por el Consejo de Gobierno Insular aprobado el pasado lunes, una serie de irregularidades en la gestión del organismo autónomo del Cabildo «que pueden ser delictivas», según publica Jesús Quesada en Canarias 7.

Así lo desvela en un comunicado de respuesta a su cese, basado, subraya, en informes jurídicos externos encargados por el consejero de Deportes y presidente del IID, Francisco Castellano (PSOE), «que tienen difícil justificación para abonar desde el erario público» y que son contrarios a los emitidos por funcionarios públicos del Cabildo.

Isla Europea del Deporte

La exgerente señala que se quiso arrinconar a personal del IID para colocar personas cercanas.

Enchufe

Acusa a Castellano de arrinconar a empleados públicos para «colocar irregularmente» a diferentes personas

Colaborador 

Dice que el consejero intentará que Antonio Pérez ejerza de gerente «sin que exista convocatoria pública»

Confianza

Alega que la falta de confianza no puede ser motivo de cese, como tampoco fue la causa de su nombramiento

La exgerente del IID vincula su cese a dos actuaciones. La primera es su oposición «al abono ilegal (hay informes de la Intervención que así lo advierten) de facturas, sin que exista el preceptivo contrato», a una empresa de comunicación, así como a la posterior «adjudicación irregular de un contrato» para tareas de comunicación de las actividades del IID a esa misma empresa. Al respecto, detalla «como un claro ejemplo de esa irregularidad» que «solo se invitó a participar en dicho contrato a otras dos desconocidas empresas que fueron elegidas directamente por Castellano».

La segunda razón que desencadenó el cese, indica en la nota, sería su negativa a que, «con el pretexto del extinto proyecto Gran Canaria Isla Europea del Deporte, se arrincone a los empleados públicos del IID para colocar irregularmente, con sueldo público, a diferentes personas que ya habían trabajado anteriormente en el mismo y hoy en día con relación muy directa» con el consejero del área.

Santana recuerda que «ese proyecto ya no existe» y desvela que «se intentó volver a poner en marcha durante muchos meses de 2020 por un coste cercano a los 3 millones de euros». Fue la tenacidad de los funcionarios públicos del IID, «que lo consideraban lesivo para los intereses de los ciudadanos», lo que logró que no se hiciese nada ilegal», mantiene Santana.

Administración «paralela»

Al respecto, denuncia la existencia de instrucciones de Castellano para «crear una administración paralela a través de una nueva versión distorsionada del programa Gran Canaria Isla Europea del Deporte, contratando consultoras externas, obviando y menospreciando la capacidad y conocimientos del personal interno».

El consejero, sostiene, «ha decidido saltarse toda la estructura (gerencia y jefaturas de servicio) del IID para continuar su actuación irregular, siendo su colaborador un empleado al que él mismo decidió quitar las competencias que tenía a su llegada», en 2019. Es Antonio Pérez, quien «no rinde cuentas ante su jefe directo», Agustín Morales, que le había sustituido en el cargo, «sino únicamente al consejero». Y augura que Castellano, «como se comprobará en los próximos días, o semanas», intentará que ejerza de gerente, «esta vez sin que exista convocatoria pública».

La exgerente explica que en la administración pública hay puestos políticos que son de confianza (como los asesores) y puestos profesionales a los que se accede por méritos, como la gerencia del IID. Por eso, alega, la falta de confianza que argumenta Castellano «no puede ser motivo de cese, como tampoco fue causa del nombramiento». Esta circunstancia, agrega, le ha sido advertida por los juristas del Cabildo al consejero, «que ha ignorado esos informes, aunque constan en el expediente».

Finalmente agradece el apoyo expreso «de todas las jefaturas de servicio del IID y de sus funcionarios. «Ellos me han dado la fuerza para soportar el maltrato y a ellos les debo que no queden impunes las mentiras e irregularidades» del consejero.