Si al abogado sin escrúpulos unimos un empresario sin conciencia, tenemos una bomba

Ayer en esta misma sección nos entretuvimos con las andanzas de un abogado en el Sur de Tenerife que todo el mundo conoce como alguien al que la ética nunca le gustó en el bachillerato, pero del que nadie habla en público y menos para criticarlo o cuestionarlo de alguna manera. Y que ha encontrado en el deporte una manera de camuflarse, de vestirse de niño bueno, aunque en realidad sea un auténtico tiburón blanco a la hora de coger perras o propiedades. Su fiereza en este aspecto es bien conocida y nunca se le ha visto defendiendo a un pobre o a cualquiera que no le pague la minuta. Nada de eso. Al nota le van los casos con enjundia económica, esos que le dejan buenas billetadas. Y a ello se aplica de manera exhaustiva, a pesar de su intensa vida. Y como donde hay billetes, hay empresarios, este abogado, que tampoco renuncia a sus amistades política, siempre que pueda sacarles algo, se ha unido a un empresario, que tiene sus reales en el municipio de Arona, que comparte parte de sus aficiones y que al igual que este abogado, va por la vida de corsario, no cumpliendo sus palabras y mintiendo como un bellaco. Este empresario se ha salvado de varias coyunturas complicadas y eso lo ha acercado a este letrado, que es quien lo ha asesorado y ayudado. Esta alianza sureña no se basa en la transparencia, ni en el buen rollo, sino que se ha cimentado en un ánimo depredador, lo que ha dificultado algunas operaciones urbanísticas y se han convertido ambos en un problema para que el imperio de la ley se aplique en Arona y sobre todo en la Oficina Técnica Municipal, donde algunos de sus técnicos les obedecen a ambos, no sabemos porque oscuros intereses. Esta satánica alianza ha pasado desapercibida, porque el letrado ha ejercido eficazmente una política de terror ante cualquier adversario, unido a las complicidades que el empresario ha contado y cuenta en determinadas esferas políticas, esperemos que el nuevo gobierno municipal socialista derribe este poder oscuro.