Dos de cada cien autónomos que cotizaban por accidente de trabajo sufrieron un accidente laboral en 2015

Hubo 17 accidentes mortales en 2015 frente a los 24 de 2014 

EDDC.NET/Madrid

En diciembre de 2015, el número total de autónomos inscritos en contingencias profesionales asciende a 623.144 personas, lo que representa una cobertura del 19,7% del total del colectivo. Es decir, únicamente uno de cada cinco autónomos tiene cubiertas las contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales), según el informe realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que se celebra el 28 de abril.

Los resultados que recoge en informe únicamente hacen referencia a ese 19,7% de autónomos que tienen contratadas las contingencias profesionales, que son de los que se disponen datos.

Así, cabe destacar que en 2015 se notificaron en el Delt@ (Declaración Electrónica de Trabajadores Accidentados) un total de 518.988 accidentes de trabajo, de los cuales únicamente 11.944 fueron de autónomos. El resto fueron de trabajadores por cuenta ajena.

Así, se desprende que de los 623.144 autónomos que cotizaban por accidentes de trabajo se han producido 11.944 accidentes, por lo que dos de cada cien autónomos (el 1,9%) que cotizaban por accidente de trabajo sufrieron un accidente laboral en 2015.

Además, los accidentes de trabajo de autónomos se redujeron en 2015 un 7,65%: si en el conjunto de 2015 los autónomos tuvieron 11.944 accidentes durante su jornada laboral, en 2014 se produjeron un total de 12.933.

Por lo que respecta a la gravedad de los accidentes sufridos por autónomos, el informe elaborado por ATA muestra cómo el 97,66% (11.665) fueron de carácter leve (este porcentaje es ligeramente inferior a los producidos por los trabajadores por cuenta ajena donde el 99,14% de los accidentes fueron de carácter leve). Además, 249 de los accidentes fueron de carácter grave – el 2,08% –, 13 muy graves (0,11%) y 17 mortales (0,14%). En cuanto al número de accidentes mortales también hay que hablar de una reducción frente los 24 producidos en 2014.  

Distribución de los accidentes según gravedad y provinvias

El informe elaborado desde ATA desglosa los datos de los accidentes sufridos por los autónomos según la gravedad y desagregándolos por comunidades autónomas y provincias.

Las 50 provincias españolas presentaron a lo largo de 2015 accidentes de carácter leve.

En cuanto a los graves, casi todas las provincias presentaron autónomos con ese grado de lesión a excepción de Teruel, Ávila, Palencia, Segovia, Soria, Lleida, Guipúzcoa, Vizcaya y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En cuanto al número de accidentes tipificados como “muy graves” desciende sensiblemente en el número de provincias donde se produce, destacando los cuatro producidos en Andalucía (dos en Cádiz, uno en Córdoba y uno en Granada) y los dos producidos en Zamora (única provincia de Castilla y León con este tipo de accidentes).

Respecto a los accidentes mortales, cabe destacar los tres producidos en la Comunidad Valenciana (dos en Castellón y uno en Valencia), los dos producidos en la Comunidad de Madrid, dos en Andalucía (uno en Almería y uno en Córdoba), dos en Aragón (uno en Huesca t uno en Zaragoza) y los dos de Galicia (uno en A Coruña y uno en Lugo).

Por el contrario, Castilla La Mancha, Cantabria y La Rioja fueron las tres únicas comunidades autónomas en las que no se contabilizaron a lo largo de 2015 ningún accidente mortal de autónomos. 

El sector agrario, el más afectado por los accidentes de trabajo 

El informe realizado desde ATA analiza la incidencia de los accidentes de trabajo en función de la actividad del autónomo.

Así, de los 11.944 accidentes más los 72 accidentes de los TRADES (Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes), 2.896 fueron en los sectores de agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con los mismos. Es decir uno de cada cuatro – el 24,1% - de los accidentes producidos en 2015 fueron en el sector primario.

Les siguen los accidentes producidos en construcción especializada (1.694 accidentes), transporte (863 accidentes), comercio (857 accidentes), construcción de edificios y servicios de comidas y bebidas, ambos con un total de 692 accidentes en cada uno de ellos. 

Esguinces y torceduras, lexiones sufridas por uno de cada cuatro autónomos

A lo largo de 2015, las lesiones más frecuentes sufridas por los autónomos son de tipo musculoesquelético en miembros inferiores y espalda causadas principalmente por sobreesfuerzos físicos, golpes y caídas.

Así, los esguinces y torceduras, afectaron al 23,9% de los autónomos accidentados que tenían las contingencias profesionales cubiertas. A éstas les siguen las dislocaciones y distensiones (15,2%), lesiones superficiales y cuerpos extraños en los ojos (12,2%), fracturas (11,2%), heridas abiertas (9,6%) y otro tipo de lesiones (27,9%).

Finalmente, la franja horaria en la que se producen más accidentes es que la va de las 10.00 a las 12.00h.

“Desde ATA consideramos imprescindible una mayor implicación de las administraciones públicas con el colectivo de autónomos en materia de prevención de riesgos laborales tal y como exige la norma y que las organizaciones de autónomos participemos de forma activa en políticas preventivas que reduzcan la siniestralidad; por ello, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo desde ATA hemos realizado un decálogo de propuestas para mejorar la prevención de riesgos laborales y reducir la siniestralidad en el colectivo”, apunta José Luis Perea, director del área de Prevención de Riesgos Laborales de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA. 

Decálogo de propuestas para mejorar la prevención de riesgos laborales en los autonomos y reducir la siniestralidad  

1.- Fomentar la cotización por Accedente de Trabajo y Enfermedad Profesional (AT/EP) actualmente por debajo del 20% del colectivo a través de campañas que sensibilicen e informen a los autónomos sobre las ventajas de la misma.

2.- Dar cumplimiento y concreción al art 8 del LETA que atribuye a las Administraciones Públicas las tareas de tutela y vigilancia sobre las condiciones preventivas de los autónomos. La norma insta a las Administraciones Públicas competentes a propiciar formación específica y adaptada a las peculiaridades del trabajador autónomo con la finalidad de crear una cultura preventiva en el colectivo. Nueve años después de la entrada en vigor del LETA tanto a nivel nacional como en las CCAA no existen prácticamente programas o actuaciones  públicos que pretendan estos fines.

3.- Mejorar el Sistema de incentivos bonus-malus, que permite reducciones en las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que reduzcan su siniestralidad laboral, reduciendo cargas administrativas y agilizando plazos. Adecuar el sistema a aquellos autónomos sin trabajadores que coticen por AT/EP especialmente en los sectores de mayor siniestralidad para que les resulte atractivo teniendo en cuenta que la poca bonificación que reciben y el gasto público que supone su baja por accidente.

4.- Desarrollar e implantar por parte de la Administración de herramientas de autodiagnóstico y autoprevención para el colectivo de autónomos sin trabajadores.

5.- Desarrollar reglamentariamente la nueva Ley de Mutuas  donde se estableció la incorporación de las organizaciones de autónomos a los órganos de participación de las mutuas teniendo representación tanto en la comisión de control y seguimiento, como en la comisión de prestaciones especiales

6.- Potenciar y priorizar la formación en materia de Prevención de Riesgos Laborales, que permita al autónomo asumir las tareas de implantación de la prevención en su negocio. Favorecer programas de formación específica en los sectores de construcción y metal para la obtención sus tarjetas profesionales. Esta formación debería desarrollarse a través de programas públicos hasta tanto no se establezca la cotización por formación y el autónomo pueda bonificársela como ocurre con los asalariados

7.- Implementar campañas formativas e informativas en el ámbito de la subcontratación, en la coordinación de actividades empresariales y sobre los nuevos riesgos emergentes como los psicosociales.

8.- Favorecer la implantación de la PRL en los TRADES propiciando fórmulas que permitan compartir con el cliente principal los gastos derivados de la gestión de la prevención.

9.- Participación de las organizaciones de autónomos más representativas en aquellos órganos institucionales donde se debate y proponen mejoras para la prevención en el colectivo así como dar cumplimiento a las disposición adicional duodécima del LETA que insta a las organizaciones de autónomos a realizar programas de formación e información que promovidos por las administraciones públicas persigan reducir los accidentes laborales y evitar enfermedades profesionales.

10.- Creación de un Observatorio Permanente de la Siniestralidad Laboral en los autónomos con la participación de organizaciones de autónomos más representativas, Administración Central, Comunidades Autónomas  y Mutuas desde donde se analicen todas las variables y causas de los accidentes laborales en el colectivo y la proposición de mejoras.