Impiden la concentración “El Teide Tiene un Límite”: se aplaza la protesta por bloqueo institucional
Impiden la concentración “El Teide Tiene un Límite”: se aplaza la protesta por bloqueo institucional
Desde los colectivos convocantes queremos denunciar que se nos está impidiendo ejercer un derecho democrático fundamental como es el derecho a la manifestación
ELDIGITALDECANARIAS.NET/Tenerife
5 de junio de 2025, Día Mundial del Medio Ambiente
Ante la convocatoria de una concentración simbólica en el Parque Nacional del Teide para este sábado 7 de junio, con el objetivo de denunciar la masificación y los impactos ambientales que sufre este espacio natural protegido, los colectivos convocantes de la concentración El Teide Tiene un Límite se ven obligados a aplazar el acto, pese a su voluntad de mantenerlo.
La razón no es una prohibición directa, sino una argucia utilizada por la Subdelegación del Gobierno, que ha condicionado la celebración de la protesta a la previa obtención de una autorización del Cabildo de Tenerife. Para ello, se ha escudado en una interpretación oportunista del PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) del parque, según la que cualquier acto que suponga una concentración masiva de personas debe contar con una autorización previa. Esta exigencia fue comunicada además con escaso margen de tiempo para maniobrar, lo que imposibilita materialmente la realización del acto en la fecha prevista. De no contar con esa autorización -que depende precisamente de la administración contra la que va dirigida esta protesta por su desastrosa gestión del espacio protegido- la Subdelegación activaría su maquinaria coercitiva y sancionadora contra los colectivos organizadores.
Por ello, las acusaciones de la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, dirigidas al Gobierno central por no haber prohibido la manifestación, forman parte de una estrategia política interesada, ya que, de hecho, la Subdelegación ha puesto arbitrariamente en manos del Cabildo la decisión sobre el ejercicio de un derecho fundamental como el de reunión.
Mientras tanto, Rosa Dávila no ha sabido (o no ha querido) interpretar la resolución, tergiversando los hechos y cargando contra el Estado por una supuesta autorización que nunca se produjo. Y lo ha hecho mientras acusa a los colectivos de “utilizar el Teide como escenario para sus batallas ideológicas”, cuando ella misma está instrumentalizando el parque con fines políticos, usando su cargo para atacar al gobierno central en vez de asumir su responsabilidad en la crisis ambiental del Teide.
Además, Dávila ha presentado la protesta como una amenaza ambiental, cuando en realidad los colectivos convocantes habían previsto todas las medidas necesarias para garantizar la protección del entorno: una acción pacífica, simbólica, con un número reducido de asistentes y una cuadrilla de más de 10 personas para velar por el cumplimiento estricto de las normas ambientales, el doble del personal que actualmente vigila el parque, que recibe más de 12.000 visitantes diarios.
Resulta paradójico y profundamente hipócrita que se ponga el foco en una protesta pacífica y responsable, mientras el Cabildo permite y promueve actividades en el parque que atentan directamente contra su conservación: carreras multitudinarias como la Blue Trail o la vuelta ciclista, rodajes, eventos masivos, propuestas comerciales a las puertas del parque, y un largo etcétera. A ello se suma la falta de control y vigilancia de las prácticas ilegales que ocurren a diario en el parque: acampadas ilegales, rutas nocturnas de quads, visitas descontroladas, daños al patrimonio natural y geológico, o accesos irregulares al pico del Teide.
A esto se suma el hecho de que el Cabildo mantiene “secuestrado” el documento de revisión del PRUG, bloqueando su avance porque el Gobierno de Canarias no accede a los caprichos de la institución insular, que pretende incluir nuevas actividades recreativas y económicas incompatibles con la conservación. Este retraso, profundamente político, busca mantener el parque como un escenario de promoción turística y escaparate electoral.
Frente a este doble rasero, desde los colectivos convocantes reiteramos que el verdadero atentado contra la conservación del parque no es una protesta simbólica, pacífica y totalmente controlada, sino el modelo de gestión que se ha impuesto desde las instituciones, que tratan al Teide como un parque de atracciones en vez de como un espacio natural único y frágil que ostenta la máxima categoría de protección.
Desde los colectivos convocantes queremos denunciar que se nos está impidiendo ejercer un derecho democrático fundamental como es el derecho a la manifestación. No nos lo han prohibido por la puerta principal, pero sí por la de atrás: obstaculizando el acto con requisitos imposibles de cumplir en tiempo y forma, en un claro ejemplo de cómo se puede vulnerar un derecho sin necesidad de firmar una prohibición.
Nos sentimos desamparados, silenciados y deslegitimados por quienes, desde sus cargos públicos, deberían garantizar el ejercicio de los derechos civiles, no obstaculizarlos.
Aplazamos, pero no renunciamos. La protesta se suspende de momento, pero seguiremos adelante con esta acción en cuanto nos sea posible y no descartamos emprender acciones legales por esta clara vulneración de derechos fundamentales. Lo que no nos dejan decir este sábado, lo diremos más alto mañana.
Seguiremos adelante, sin renunciar a la acción colectiva ni a la exigencia de límites reales, efectivos y urgentes para proteger el Teide y el resto de espacios naturales de Canarias.
