El Gobierno de Canarias monta una realidad paralela, la creada a base de mentiras, para eludir sus responsabilidades en la deficiente atención al alumnado con necesidades educativas especiales
La Consejería de Educación recurre a falsedades y llega a faltar al respeto en su modo de ejercer la deficiente atención al alumnado y familias del ámbito NEAE, a las que se dedica a dar ánimo cuando es el consejero el principal responsable de buena parte de los problemas que afectan a ese colectivo, sobre todo por no aplicar lo que dicta la ley
EDDC.NET/Canarias
La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas de Canarias (Confapacanarias) quiere mostrar a través de este comunicado su malestar y a la vez aclarar algunas cuestiones de interés tras la última prueba de negación de la verdad que tiene como origen la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, esta vez respecto a los acontecimientos del 20 de febrero pasado (jueves), cuando familias de alumnos y alumnas con NEAE de buena parte de las islas se concentraron frente a distintas sedes de esa misma Consejería para hacer patente su enfado, descontento y disconformidad con el trato recibido desde ese departamento autonómico, o sea, por parte del Gobierno de Canarias.
Después de conocer la sintética respuesta de la Consejería de Educación a esas protestas, servida por el consejero Poli Suárez el mismo día, quien aseguró, y aquí se recuerda literalmente, que “es admirable [lo que hacen] y las apoya”, se entiende que a las familias movilizadas ese jueves, el enfado de Confapacanarias no puede ser más que mayúsculo.
Llegados a este punto, conviene recordar al consejero de Educación que él no es un particular y que las palmadas en la espalda están bien por parte de cualquier otra persona, pero no de las que tienen su condición, pues es nada menos que el responsable de conseguir y de gestionar el Presupuesto de su área para hacer que las personas con diagnósticos NEAE tengan una educación de calidad e inclusiva, bastante mejor que la actual. Insuflar ánimos, siempre desde su posición de máximo gestor público en Educación, es un acto que quizá se pueda calificar de cínico o de burla.
Además, tanto en la Consejería como en el Gobierno de Canarias, no puede fingir no darse cuenta de la disconformidad general de las familias en relación con el trabajo realizado desde lo público para el servicio óptimo a ese grupo de alumnos y alumnas, sobre todo por la escasez de atención que están sufriendo por parte de la Administración autonómica las familias NEAE de Canarias.
Esto, se puede asegurar, es un clamor, más, si cabe, cuando todas las reivindicaciones hechas en esas concentraciones del jueves, junto con algunas más, están recogidas en el documento NEAE: Propuestas para la Educación y la Inclusión, un texto registrado en el Parlamento de Canarias el 30 de julio pasado y cuya elaboración ha sido coordinada por Confapacanarias. En ese mismo informe, participaron trece organizaciones distintas del ámbito NEAE de todas las islas. Además, dicho documento ha sido defendido ante la Comisión de Educación del Parlamento de Canarias, así que les debe constar lo que en él se recoge y argumenta.
El listado de despropósitos reales, por mucho que desde la Consejería se intente maquillar o despistar con propaganda y buenas palabras, es largo y, a estas alturas de la actual legislatura (2023-27), con casi la mitad del tiempo ya vencido, es el momento de asumir responsabilidades. Ya no cuela echar la culpa a los de antes.
A continuación, se recuerdan algunas de las peticiones y de los argumentos recogidos en el reseñado informe, conocido por todos los parlamentarios de las islas y por el propio Gobierno de Canarias. Como punto de partida está la reducción del Presupuesto de Educación, que se aleja del 5% del PIB regional este 2025, umbral de referencia fijado por ley y cuyo incumplimiento está en el origen de gran parte del resto de los problemas.
Además, en el ámbito NEAE, programa NEAE 21+, es una ocurrencia que se opte por guarderías encubiertas que no fomentan la inclusión ni la formación: no hay docentes en las Aulas Enclave, no hay personal con el perfil adecuado, no se está propiciando una inclusión real por la falta de recursos, sobre todo económicos, y también existe una clara intención de privatizar el sector NEAE, algo que significa precarizarlo, lo que es igual a más discriminación.
Es evidente que desde el Gobierno de Canarias no se está creando oferta de formación profesional adaptada al alumnado NEAE. Y, por si fuera poco, en infraestructura no se invierte en lo que es urgente. Valga como ejemplo la lentitud o renuncia a reconstruir los centros arrasados por el volcán en La Palma y los barracones instalados en distintas islas, a lo que se une la ausencia de cubiertas, de sombra, de accesos para personas con movilidad reducida...
A todo eso se une que el programa de Huertos Escolares Ecológicos, que es una herramienta pedagógico-didáctica potente, el curso pasado empezó en enero, y en el actual esta iniciativa aún no ha arrancado, cuando se debía haber comenzado en septiembre pasado. Y otra cuestión más: en los centros públicos no se está aplicando el programa Orugas y Mariposas, que consiste en dar asistencia psicológica al alumnado, al personal docente y a los auxiliares ante una posible desgracia en el entorno educativo, con lo que se deja a su suerte a los centros y a la comunidad educativa. Desafortunadamente, ya ha habido unos cuantos casos este curso.
El programa Ecocomedores, por si fuera poco, no se está desarrollando por falta de una orden ejecutiva que obligue a comprar productos ecológicos de origen local, algo que no incrementa los costes del comedor para las familias y que además ofrece alimentos más sanos y saludables al alumnado, a la vez que contribuye a fortalecer la economía local, con lo que ello significa para la fijación de la población en las zonas rurales. También hay que mencionar que la Consejería se niega o dilata en el tiempo, lo que ocurre actualmente, la firma de acuerdos con los cabildos (los de La Palma y Lanzarote) que se han ofrecido a poner fondos propios para la educación NEAE y/o para la infraestructura educativa asociada en esas islas.
La batería de despropósitos de la Consejería de Educación es larga, pero, pese a ello, y es esto lo más llamativo, a cambio solo se tienen o reparten buenas palabras, se falta a la verdad y hay una gestión pésima, la que de entrada discrimina a las familias y las deja fuera de la ecuación de las soluciones, sin tenerlas en cuenta. Por ello, se puede decir que esta Consejería no da una.
Ante los pocos avances objetivos logrados en la atención óptima al alumnado NEAE en el archipiélago, Confapacanarias vuelve a reiterar a la Consejería su máxima disponibilidad para trabajar en un plan riguroso que aporte las soluciones necesarias para este colectivo de componente estructural, mucho más ya detectadas las deficiencias, algo que se debe hacer desde el convencimiento político en la idoneidad de esa senda y con la definición previa de los recursos humanos y materiales necesarios, unido todo a la disponibilidad presupuestaria, y no sin dejar de evaluar los impactos de las actuaciones definidas y de medir los resultados obtenidos, su eficacia.
