Multas para los vecinos, impunidad para la empresa: el regalo de Navidad del Gobierno de Fátima Lemes
El enorme problema de la limpieza en Arona no es responsabilidad ni causado por el vecino/a
ELDIGITALDECANARIAS.NET/Arona
El Gobierno Municipal de Arona, liderado por Fátima Lemes, vuelve a demostrar de qué lado está y sigue estando. Estas Navidades, el “regalo” para los vecinos y vecinas de Arona no es más limpieza ni mejores servicios públicos, sino amenazas de multas de hasta 2.000 euros por dejar una bolsa de basura fuera del contenedor.
Una auténtica desfachatez ya que se sanciona al vecino, al más débil y más fácil, mientras el Gobierno Municipal mira hacia otro lado con la empresa concesionaria del servicio de residuos, una empresa que no cumple ni el contrato, ni con el municipio ni con sus trabajadore/as y, que presta un servicio claramente insuficiente y deficitario, que ni siquiera dispone del número suficiente de contenedores para atender alas necesidades de nuestros barrios.
Resulta indignante que se exija civismo al vecino y la vecina cuando faltan vehículos y medios, cuando los contenedores están saturados, cuando los horarios no se adaptan a la realidad de los vecino/as o cuando se han destinado vehículos de Arona para prestar servicios en otros municipios de Canarias, dejando aquí un servicio aún más precario.
El enorme problema de la limpieza en Arona no es responsabilidad ni causado por el vecino/a, sino por la falta de decisiones de un Gobierno Municipal incapaz de exigir a la empresa lo que establece el contrato y de no defender los intereses públicos de los vecino/as, los cuales pagamos religiosamente nuestros resibos. Este Gobierno Municipal liderado por Fatima Lemes, en lugar de sancionar al ciudadano/a que sufre y padece un mal servicio público, debería abrir expedientes a la concesionaria para sancionar por los varios incumplimientos demostrados así como reforzar el número de contenedores, mejorar la recogida y respetar a lo/as trabajadore/as.
Más por Arona viene demostrando con hechos y denunciando los incumplimientos flagrantes de la empresa pero, también, la falta de decisión política que haga cumplir este contrato público que pagamos todo los ciudadano/as del municipio. La decisión de la Alcaldesa de sancionar es enormemente injusto para lo/as vecino/as e hipócrita por cuanto se aplica mano dura contra el que paga su recibo pero se es sumiso ante una empresa que incumple sistemáticamente.
La gestión pública de un municipio no pueda basarse en la imposición de multas a sus vecinos y vecinas., dejando irse de rositas a la empresa que sí incumple.
Arona necesita gestión responsable y un gobierno que defienda a sus ciudadano/as, no que lo/as castigue continuamente.
