La concejala de Vox en Arona, Melania Santos ‘falseó’ datos sobre su formación académica

Incluye en su Facebook personal información ‘dudosa’ que luego no está en el portal del Ayuntamiento sureño

ELDIGITALDECANARIAS.NET/Arona

No hemos tenido ni el gusto ni el disgusto de toparnos en algún momento con la concejala de Vox Melania Desiree Santos González en el Ayuntamiento de Arona. Y no lo hemos tenido por cuanto que parecía insignificante y las veces en que saltaba su voz en el pleno, pues que quieren que les diga, ni pasión, ni rechazo, más bien algo anodino, sin sustancia.

No queremos ser crueles, ya que el poeta Horacio decía que el mejor estado era la mediocridad dorada. Y es posible que allí la encontremos, pero ha saltado la sorpresa. Melania Santos es todo un portento, pero en lo chungo, en lo inadecuado y si ha pasado desapercibido hasta este momento es porque las pulgas solo molestan cuando pican y hay que rascarse at the moment.

Y menuda picazón. Usemos el modo clásico. Vamos con una cita de una autoridad que nos viene de perlas: “mentir sobre tu formación no es un detalle sin importancia. Mostrar un currículum falso es un fraude que rompe el contrato básico entre representante y representados: la confianza. Si un político falsea algo que se comprueba en dos clics, ¿qué no manipulará en asuntos complejos?

“Esta no es la mentira piadosa de un currículum inflado para LinkedIn (que también es habitual): es una estafa electoral. Porque falsificar tu trayectoria no solo es engañar al votante: es mentirte a ti mismo. Es vivir con un relato impostado que repites en cenas familiares, delante de tus hijos y nietos, mirándoles a la cara como si la ficción fuera realidad.

“Es traicionar la confianza de amigos que te creen, y perpetuar una farsa que te obliga a interpretar tu propio personaje todos los días. Ese es el precio más alto: convertir tu vida en una mentira a largo plazo. Un título universitario no garantiza la excelencia, pero es una señal social de esfuerzo, disciplina y capacidad. Usurparlo es manipular el “mercado de la representación”: selecciona impostores y desplaza a quienes sí han demostrado mérito.

¡No se trata de exigir catedráticos, sino de exigir honestidad sobre el recorrido real. En democracia, el papel del título importa menos que el carácter. Pero si un político miente para colgarse un mérito que no es suyo, no es un error: es un fraude. Y un fraude, por definición, no merece indulgencia. Primero verdad, luego resultados. Lo demás es vender humo… con diploma falsificado”. Abel Marín, abogado, librepensador.

¿Qué quieren que les diga? Muy gráfico y contundente. Vamos al lío. Melania Santos incluye en su Facebook personal con 6.814 seguidores y 4974 amigos lo siguiente: “estudió en la Universidad de La Laguna y ha ido a IES Las Galletas”. ¿En serio? ¿Dónde estudió? ¿Dentro del aula, fuera en el campus, al raso, bajo techo? ¿Qué estudio, hasta donde llegó, si acabó, si lo dejo? Solo estudió. Y lo mejor, acudió a un instituto. ¿A tomar café, a ver a un amigo, al recreo, a dar un paseo, a jugar al escondite? ¿A qué acudió? ¿A escuchar al profesor desde fuera, desde dentro? Más alucinante todavía.

Lo mejor es que estos dos jalones educativos no aparecen en el curriculum que está colgado en el portal institucional del Ayuntamiento de Arona. Pero es que además es de traca: “Técnico Superior de tasaciones y valoraciones inmobiliarias y Técnico Superior de maquillaje”. Que sepamos ni en la ULL ni en el IES se dan esos cursos, pero vaya usted a saber. Pero donde Melania toca la gloria es su trayectoria laboral: “en el año 2008 realiza las pruebas selectivas para acceso militar de tropa y marinería y se le asigna plaza de la especialidad Bandera de Infantería Ligera en la Unidad de Formación Paracaidista de la Academia de Infantería de Murcia. Ha trabajado de dependienta en el mundo de la moda y el textil. Actualmente es técnico en la empresa de ocio y entretenimiento de Automáticos Canarios”. En dos palabras, impresionante y todo por la patria Seguimos sin ver ni estudio ni acudió.

Que pena de chica y de concejala. Vuelvan a leer lo de Abel Martín y si Santos, nunca mejor dicho, dejara a un lado los maquillajes, pues vuelta a casa, por Navidad. Hemos dicho.