Suspendieron el juicio al capo de las gasolinas por blanqueo de capitales

El motivo es que el otro acusado, un empresario sevillano, está en busca y captura y su declaración se considera importante

ELDIGITALDECANARIAS.NET / Santa Cruz de Tenerife

Magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife acordaron la suspensión del juicio al propietario de la gasolinera La Chasnera, José Miguel González, que está acusado de los delitos de blanqueo de capitales y frustración a la ejecución, por el que le piden ocho años de prisión.

El motivo es que el otro acusado en la causa, el empresario sevillano Bienvenido Valenzuela, está en busca y captura. Y su declaración se considera muy importante para determinar si hubo un acuerdo o complot entre ambos para realizar la adquisición de una gasolinera y fincas en Arafo, así como de una empresa de extracción de aguas.

El empresario sevillano adquirió la estación de servicio y las fincas el 4 de julio del 2014 y dos semanas después, el día 18 de julio, se las vendió a José Miguel González. Y el 31 de julio compró la empresa de extracción de aguas y la comunidad de aguas y el 2 de octubre se las vendió al propietario de La Chasnera.

Sin embargo, Bienvenido Valenzuela no pagó todo el dinero acordado con los vendedores, tres hermanos y sus respectivas esposas. Y por ese motivo fue condenado en junio del 2019 a cuatro años y medio de prisión por estafa agravada.

Según la acusación particular y la Fiscalía, José Miguel González era conocedor de la situación económica de los dueños originales de las citadas propiedades y utilizó al empresario sevillano para adquirirlas. Sin embargo, la defensa niega que existiera tal acuerdo.

Los hechos se remontan a hace más de una década, entre julio y octubre del 2014. Tres hermanos y sus esposas decidieron vender diversas propiedades. Según la acusación y la Fiscalía, el propietario de la gasolinera La Chasnera, la sociedad Inversiones Atogo Canarias y el Grupo González Canarias era conocedor de la difícil situación económica por la que pasaban los propietarios de una estación de servicio en el casco de Arafo.