Firmas que no son tales, apoyos fabricados, falsedades varias, ese fue el camino de Marco Antonio Rodríguez Santana a la presidencia del PP de Granadilla
El ahora edil de Servicios se vendió en Fitur como candidato a todo el que pasaba por allí, manejando futuros pactos, presencias y ausencias, todo con la anuencia de Navarro
EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife
¿Quién es el nota éste? “Marcos Antonio Rodríguez Santana. Concejal Delegado de Servicios Generales y Medio Ambiente. Partido Popular. Nació el 12 de julio de 1974 en Granadilla de Abona, está casado y tiene un hijo, y reside en San Isidro. Posee estudios de Ingeniería Técnica de Obras Públicas en la especialidad de Hidrología, y más de una década de experiencia en servicios técnicos de ingeniería y actividades relacionadas con el asesoramiento técnico. Desde muy joven ha estado ligado a los negocios familiares del sector de la restauración, compaginando su carrera profesional con la gestión deportiva (organización de seminarios y competiciones); la práctica y entrenamiento de artes marciales como el Jiu Jitsu Brasileño, MMA Boxeo y Judo, y ha participado en el Campeonato de Judo Veteranos de 2018 en categoría M3 -81 kg”.
Bueno. Parece buen chico, muy católico. Pero no, digamos que no. Que una cosa es la venta al por menor como es el caso y otra al por mayor, que es lo que les vamos a contar aquí y que muestra que en el PP de Granadilla el pescado está podrido y que se puede llegar hasta lo punible por estar en el poder, de conseguir una plaza, impulsado por otros mucho peores que el aludido, todo, si todo, por la presencia, por la soberanía de quien es el alto mando en el PP de Tenerife y además alcalde, Emilio Navarro.
Al lío. El PP de Granadilla tenía tranquilidad, tenía a su gente en el gobierno municipal por el pacto con CC. Tenía y tiene una figura que ha timoneado sus áreas y las relaciones con José Domingo y demás no solamente con elegancia, sino sin tensiones. Y dicha figura, teniente alcalde, pues que quieren que les diga, pues a repetir, a seguir en esa línea. Y es que además hay peña en el partido que no solamente no lo ve bien, sino que además lo apoyaría.
Pero no. Hay en la sombra del PP un personaje que lo fue todo en su día y que sigue ahí, resentido, quemado por no estar y además no tener lo que quiere tener, influencia, poder y todo lo que caracteriza a quien ha estado y siempre desea volver. Este personaje, experto en cuentas, las suyas y la de los demás, se ha arrimado al actual presidente insular del PP, Emilio Navarro, por muchas cosas, aunque en una este alcalde es imbatible, a pesar de que éste pollo le encantaría acercarse a sus rankings.
Esta alianza, sombría, oculta quiere mangonearlo todo. Y una de las cosas que han hecho, terrible además en este PP que se acerca a mayo de 2023, es hurtar la voluntad, el deseo por así decirlo, de la militancia, del partido en otras palabras, de elegir a quien ellos consideren, sea uno u otro.
Pero no. Eso no fue posible. Y ahí entra el actual presidente, elegido en asamblea, como presidente del PP, Marco Antonio Rodríguez Santana. El chico, fíjense bien, presentó avales de militantes firmados, pero cuyos titulares ni firmaron, ni dieron su consentimiento. ¿Qué les parece? Avales firmados faltando al decoro, a la verdad. Una pasada. Es más uno de ellos fue firmado por alguien ingresado en un hospital.
¿Cómo es posible? ¿Qué pensaba Marco Mai Thai? ¿Qué no se iba a descubrir? Ahora puede tener un problema y gordo, si como dicen, esas firmas acaban en un juzgado. ¿Vale la pena manchar con agua sucia, él que es experto en hidrología, a él mismo, al partido a todos los niveles?
Debe ser que se cree invulnerable. Y lo cree porque además de ir a Fitur, nadie se explica que hace allí el de Servicios, bueno él sabrá, se pasó todo el rato como candidato, contando a todo el mundo que iba a encabezar la lista, aún no presentada, ni ella, ni a su cabeza. Pero dio igual. Allí estaba el nota dándolo todo. Y no solo como candidato, le cayó al alcalde nacionalista, se puso cariñoso y casi firman el pacto, si les dan los números en mayo de 2023.
Todos esos vuelos gracias a Emilio Navarro al que pareció no importarle mucho que pasara esto, cuando tuvo conocimiento del mismo. No lo condenó, es más, se limitó a decir que habría que poner una gestora y ya se vería. Nada de coger al Judoca y tirarlo por un barranco. Creo que el cabreo de Lope Afonso y de Manuel Domínguez fue espectacular.
Mientras tanto el otro, el que trabaja y no se pone a jugar con firmas y demás, sigue ahí. Tranquilo, por lo menos el huracán no tirará su casa.
