Una empleada de la limpieza le dejó al jefe de la Policía Local de Adeje, una bolsa con pastillas de Viagra que encontró accidentalmente

El hallazgo no despertó el más mínimo interés en la Jefatura ni en el Ayuntamiento

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Recapitulamos. Hace semanas poníamos ante los focos de la opinión pública la existencia de una trama ‘corrupta’ dentro de la Policía Local de Adeje, una trama compuesta por agentes muy determinados, muy claros y que hace años vienen dedicándose a diversas actividades que nada tiene que ver ni con su uniforme, al que manchan día a día, ni con su condición de agente de la autoridad.

Empezamos con algunas de ellas. Una que les ha permitido tener ‘amistades’ en todos lados es la venta ilegal de pastillas de Viagra, aunque a este curioso supermercado, le añaden los Cialis, ya que así pueden cambiar ante sus socios, para que nadie se entere del asunto.

Una venta que no se circunscribe ni a dos semanas atrás, ni a seis meses, sino a varios años. Y lo han hecho sin problema, sin ser molestados, sin que nadie se diese por enterado, como si hubiese un gran nivel de tolerancia con todos estos desalmados. Sorprende y mucho. Ni los jefes, ni los sindicatos, ni el grupo de gobierno, que ha sido siempre el mismo, han dado un paso para limpiar esta lacra.

Una explicación que ya no es válida, pero que se puede poner sobre la mesa, es que ninguno de los jefes, ni líderes sindicales, ni los concejales, ni el alcalde, saben nada, que todo lo que compete a esta ‘trama’ es una nube oscura, un vacío, un agujero negro.

Pero hoy vamos a desmontar este absurdo. Los responsables policiales y políticos están ocultándose bajo el ala de dejar pasar este asunto, que se olvide y que todo cambie para que todo siga igual. Ellos saben perfectamente lo que está pasando, pero no quieren hacer nada. Y por el momento es un misterio sagrado, un secreto que huele a masónico, como suele pasar entre las fuerzas y cuerpos de seguridad.

El hecho es que hace tiempo una de las empleadas de la limpieza que trabajan por la tarde-noche en la Jefatura, se encontró ‘abandonada’ una bolsa de pastillas de Viagra. Y era una cantidad respetable. La chica, como es lógico, se la entregó al jefe de la Policía Local de Adeje. Y hasta la fecha. Nadie se dio por enterado. No hay rastro ni de la bolsa,  ni de las pastillas y como no, ni siquiera se abrió una investigación, ni interna, ni externa.

Por eso los aludidos, siguen riéndose a mandíbula batiente. Deben tener muchos ‘secretos’ de sus protectores, directos e indirectos. Por eso nadie mueve ficha. Pero habrá que seguir indagando. Por el momento estamos entretenidos con las cosas de andar por casa, luego llegará el turno de las grandes superficies.