La trama policial ‘corrupta’ de Adeje intercepta extranjeros sin papeles para luego usar sus identidades para ‘pillar’ teléfonos prepago

Los agentes y ‘amigos’ los usan para ‘trapicheos’ y ligues (‘pencomóvil’)

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Un paso más hacia la más odiosa ilegalidad por parte de la trama ‘corrupta’ que existe dentro de la Policía Local de Adeje. Son, como diría Freud, perversos polimorfos y ya que nombramos al creador del psicoanálisis, ahora de moda gracias a Élisabeth Roudinesco, todos lo que componen este grupo, necesitan pasar por un diván para arreglarles sus enormes disfuncionalidades.

Y como polimorfos ya profesionalizados, no se contentan solamente con las pastillas de Viagra a cinco euros la pieza, sino que para desarrollar ésta y otras actividades y conocedores como policías de las intervenciones telefónicas y otros artilugios, pues han establecido un modo de eludirlas, abusando de su condición de agentes de la ley y aprovechando la indiferencia y el pasotismo, del jefe de la Policía Local (solamente pendiente del fin de mes y que los Fraga estén cómodos), del concejal de Policía (irrelevante y poco funcional) y del alcalde (al que al parecer le importa bien poco que pasen estas cosas).

Conocedores de las calles del municipio y de la gran cantidad de extranjeros que están en ellas sin papeles y temerosos que sean capturados y expulsados luego, los agentes cuando los detectan, los identifican, les hacen la comedia del papeleo y consiguen sus números de identidad, que es lo que realmente quieren. Lo de comunicarlo a Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía ni se les pasa por la cabeza.

Ya han dado el primer paso. Luego con estas identidades, mayoritariamente de ciudadanos del Este de Europa, se acercan a los negocios de algunos ciudadanos de la India, con la que están compinchados y se hacen con teléfonos móviles de prepago y ya está, tienen lo que les hace falta.

Y estos son las tarjetas que usan para hablar entre ellos, para sentirse cómodos y a salvo de cualquier escucha. Nadie sabrá nunca quien está detrás de estos ciudadanos ilegales. Además de los numerosos chanchullos a los que se dedican y que manchan de arriba abajo el prestigio de este cuerpo legal, tienen lo que ellos llaman jocosamente los ‘pencomóviles’, que son los que usan ellos y sus colegas peticionarios de Viagra para conectarse con todas o todos, según les dé, sin que quede reflejado en sus móviles personales, todas estas actividades placenteras, evitando así que novias, parientas, suegras y demás se cosquen con que los aludidos siempre van armados duramente y de cacería.

Y todo sin que nadie les moleste. Y a estas alturas de la película, la casa grande sigue sin dar respuesta, como si nada de esto fuera con ellos. Y eso a pesar de todos los delitos que ya hemos puesto sobre la mesa. Esperemos que el gran Mufti, el Obispo laico, el Ayatolá, el Faraón salga de su dorado trono y acabe con esta lacra. Eso esperan algunos.