La Asamblea Ciudadana pide que se retire a los concejales la tarjeta de aparcamiento gratuito

La medida permitiría ahorrar más de 18.000 euros anuales

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

La Asamblea Ciudadana Portuense pedirá en el próximo pleno municipal que se  retire a los veintiún concejales de la corporación las tarjetas de estacionamiento gratuito que se les ha asignado para el parking de la plaza de Europa, gestionado por la empresa pública Pamarsa.

El portavoz de la Asamblea, David Hernández, considera que los miembros de la corporación deben tomar conciencia de la situación económica municipal y, en consecuencia, rechazar el privilegio que supone una tarjeta de aparcamiento gratuito 24 horas que le cuesta al Ayuntamiento 72 euros mensuales por cada concejal. Sólo con esta medida, se ahorrarían más de 1.500 euros mensuales, es decir, más de 18.000 euros al año y cerca de 75.000 en todo el mandato.

Aunque la propuesta afectaría a todos los ediles, incluidos los tres de la Asamblea Ciudadana, Hernández pone el acento en la situación del alcalde y del resto de concejales del grupo de gobierno (PP-CC), a quienes se les paga el abono de aparcamiento a pesar de que perciben un salario de más de 3.000 euros al mes en algunos casos.

A juicio del concejal y portavoz de la Asamblea Ciudadana, vivimos en tiempos de un claro alejamiento entre buena parte de la ciudadanía y los representantes públicos, y que esto se debe en gran medida a que la mayor parte de la gente ve a los políticos como privilegiados.

Una prueba de esto, subraya, es la alta abstención que se produjo en las pasadas elecciones municipales, en las que  cerca de nueve mil portuenses con derecho a voto no acudieron a las urnas, lo que supone casi un 40% del censo. En este sentido, David Hernández sostiene que medidas como la del aparcamiento gratuito refuerzan esa percepción y no ayudan nada a normalizar la relación entre representantes y representados.

Por ello, Hernández aboga por retirar las tarjetas de aparcamiento gratuito para concejales y cualquier otro privilegio que aleje a los representantes públicos del resto de la sociedad. La clave para unir lazos entre la gente y las instituciones la tiene clara: “ser austeros y cercanos, y vivir y actuar como cualquier otro ciudadano”.