El príncipe Mohamed bin Salman se ha impuesto como el personaje político más relevante de su país
Su proyecto denominado Visión 2030 prefigura una nación más fuerte y con una economía diversificada
EDDC.NET / Adeje
El príncipe Mohamed bin Salman se ha impuesto como el personaje político más relevante de su país al haber tomado decisiones inéditas que han sacudido muchas de las bases tradicionales sobre las que se asentaba la vida social, política y cultural de su conservador reino.
Su proyecto denominado Visión 2030, que prefigura una nación más fuerte y con una economía diversificada que deje de ser dependiente de su estructura monoproductora de petróleo, ha a ceder en cuanto a modestas demandas de igualdad de género, como lo ha sido la legalización de la posibilidad de que las mujeres conduzcan automóviles.
Si bien esta última concesión deriva en buena medida de la presión de las propias mujeres, quienes a lo largo de años han luchado por obtener ese elemental derecho, no cabe duda de que hubo otros factores de peso. Uno de ellos, muy importante, fue el económico, el cual puede desglosarse en varios rubros. En primer lugar, está el beneficio que traerá el aumento de la participación femenina en el mercado laboral, participación que en 2016 era de 22% y que se espera se eleve a 30%, gracias a la posibilidad de una transportación más fácil.
Luego, está la expectativa de que el número de choferes, casi todos ellos extranjeros, se reduzca dramáticamente en 30%, es decir, de 1.3 millones que hay ahora, a 400 mil. Con ello se reducirán las remesas a los países de donde provienen los choferes en 1.3 mil millones de dólares. Y no menos importante, está la venta de autos que se calcula se incrementará en 145% para 2022, lo cual se conecta con beneficios jugosos para las compañías de seguros, refaccionarias y talleres de reparación.
Al parecer, el Reino Saudita se está viendo obligado a volverse más racional en cuanto al manejo de su economía.
En este contexto es que el príncipe Mohamed bin Salman ha decidido ceder ante las exigencias femeninas de poder conducir automóviles. Y habría que decir que en estos casos importa más que se ha dado un paso en el sentido correcto, paso que puede conducir a otros más, a pesar de que la motivación de la autoridad para consentirlo haya provenido de consideraciones ajenas a las legítimas reivindicaciones femeninas.
English version
Prince Mohamed bin Salman has imposed himself as the most relevant political figure in his country
Its project called Vision 2030 prefigures a stronger nation with a diversified economy
Prince Mohamed bin Salman has established himself as the most relevant political figure in his country by having made unprecedented decisions that have shaken many of the traditional foundations on which the social, political and cultural life of his conservative kingdom was based.
Its project called Vision 2030, which prefigures a stronger nation with a diversified economy that is no longer dependent on its monoproducing oil structure, has to give in on modest demands for gender equality, such as the legalization of possibility of women driving cars.
Although this last concession derives largely from the pressure of the women themselves, who over the years have fought to obtain that elementary right, there is no doubt that there were other important factors. One of them, very important, was the economic one, which can be broken down into several areas. Firstly, there is the benefit that the increase in female participation in the labor market will bring, a participation that in 2016 was 22% and is expected to rise to 30%, thanks to the possibility of easier transportation.
Then, there is the expectation that the number of drivers, almost all of them foreigners, will be dramatically reduced by 30%, that is, from 1.3 million now, to 400 thousand. This will reduce remittances to the countries where the drivers come from by 1.3 billion dollars. And no less important, there is the sale of cars that is estimated to increase by 145% by 2022, which is connected with juicy benefits for insurance companies, auto parts stores and repair shops.
The Saudi Kingdom is apparently being forced to become more rational in managing its economy.
It is in this context that Prince Mohamed bin Salman has decided to give in to female demands to be able to drive cars. And it would have to be said that in these cases it matters more that a step has been taken in the correct direction, a step that can lead to others, even though the motivation of the authority to consent to it has come from considerations unrelated to the legitimate female claims.
