Suspenden a diputados árabes por reunirse con familias de palestinos que lanzaron ataques
Los diputados suspendidos son Hanin Zoabi, Basel Ghattas y Yamal Zahalka
EDDC.NET / Madrid
El comité de Ética de la Kneset (Parlamento israelí) suspendió a tres diputados árabes después que se produjera una polémica porque se reunieron con las familias de palestinos que cometieron ataques contra israelíes, según ha publicado la agencia de noticias Sputnik Mundo.
Los diputados suspendidos son Hanin Zoabi, Basel Ghattas y Yamal Zahalka, de la Lista Conjunta, una unión de partidos árabes. Los dos primeros legisladores fueron penalizados con una suspensión de cuatro meses y el tercero, de dos.
Zoabi y Ghattas recibieron suspensiones más largas por otras quejas que se habían presentado contra ellos al comité anteriormente.
Zoabi fue suspendida por seis meses por sus declaraciones sobre los palestinos que secuestraron y mataron a tres adolescentes israelíes en junio del 2014 en Cisjordania.
Esta fue la sanción más alta que la Kneset imponía en su historia, pero no se cumplió apenas porque poco después de ordenarse, el Parlamento se disolvió por la convocatoria de nuevas elecciones.
Ghattas visitó la Explanada de las Mezquitas, en la ciudad vieja de Jerusalén, el pasado octubre, desafiando la prohibición que había decretado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, después de la violencia que se había producido en el complejo.
Ghattas también partió de Grecia a bordo de una flotilla que se dirigía a Gaza, el pasado junio, en un intento de romper el bloqueo que Israel mantiene sobre la franja.
La semana pasada, los tres diputados se reunieron en Jerusalén con familias de palestinos que murieron a manos de las fuerzas de seguridad tras cometer ataques o presuntos ataques contra israelíes.
El encuentro se mantuvo en el marco de la campaña de varias familias y grupos de derechos humanos para que les devuelvan los cuerpos de los atacantes, retenidos por las autoridades israelíes.
La Lista Conjunta afirmó que enterrar a los muertos es un deber humano y religioso que comparten el islam, el judaísmo y el cristianismo.
No obstante, la reunión fue criticada por la mayoría de partidos políticos y provocó quejas al comité de Ética de la Kneset.
