Cada 1 de octubre conmemoramos el Día Internacional de las Personas de Edad, una jornada que no debería ser solo de celebración sino también de reflexión y de compromiso colectivo. Reconocer a nuestros mayores es reconocer la historia viva de nuestras familias y de nuestra sociedad; son ellos quienes, con esfuerzo y entrega, han construido el presente que hoy disfrutamos.

Gracias a los avances en calidad de vida, hoy se llega a esta etapa con mayores capacidades y una esperanza de vida más prolongada. Sin embargo, no todos nuestros mayores pueden participar de viajes, encuentros o actividades de ocio. Existe una parte menos visible, integrada por quienes se van apagando lentamente sin recibir la atención que merecen. Ellos también forman parte esencial de nuestra sociedad, y es hacia ellos donde debemos redoblar los esfuerzos.

La realidad es que muchos mayores esperan durante años un reconocimiento de dependencia que nunca llega. Familias enteras acompañan a sus seres queridos en ese camino de reclamaciones e incertidumbres, mientras las administraciones competentes no ofrecen la respuesta adecuada. El resultado es un sentimiento de abandono que ninguna sociedad justa debería tolerar.

No podemos permitir que la descoordinación y la falta de planificación sigan dejando atrás a quienes más lo necesitan. Como sociedad, nuestra obligación es doble: atender con calidad a quienes tienen voz y demandas de ocio y autonomía, y al mismo tiempo, proteger con más esmero a quienes, por su fragilidad, no pueden reclamar sus derechos.

Desde el Partido Socialista de Canarias reiteramos nuestro compromiso con las personas mayores. Continuaremos exigiendo respuestas claras y eficaces al Gobierno de Canarias, defendiendo la dignidad y los derechos de quienes han dado tanto a esta tierra. Porque no se trata solo de políticas públicas: se trata de justicia, de humanidad y de un deber ético que nos corresponde a todos.