Cuba se muere de hambre

Cuba se muere de hambre. Muchos son los años que lleva el país caribeño soportando una gran loza pesada de un embargo cruel y criminal, donde los alimentos más básicos brillan por su ausencia. Cuba se cae a pedazos, sus edificio no soportan más el paso de tiempo. Junto al embargo yanqui se une un comunismo muerto; sin sentido ni lógica en la razón de buscar una causa que justifique tan cruel embargo en este comienzo de siglo XXI. Calles infectadas por los excrementos de sus moradores, propician infecciones severas, sin contar con unas vacunas que mitigue el mal infeccioso de las calles de una Cuba que en otra época Fidel Castro la vendió como un gran futuro ante el poder de país americano. Nada más lejos de la realidad. En los últimos años Cuba ha sido un burdel; un prostíbulo de prostituta. No hay otra forma de ganarse la vida. Drogas, hambre, escasez de medicinas y mafias son los  elementos que tienen en estos  momentos Raúl Castro y sus matones dictadores. Un ejército que no entiende ni quiere saber el sentido que tiene la palabra democracia, donde presumen sentirse fuerte a través de las armas y por un comunismo que ya no tienen sentido de serlo. Un ejército motivado por un mendrugo de pan y una lata de carne procedente de Venezuela y de Rusia. Atrás quedaron los lingotes de oro que Hugo Chávez regalo en otra época a Fidel Castro.

El embargo americano a Cuba ha sido criminal. Muchas son las personas que están muriendo en la que en otra época  Cuba fue la reina del cacao, tabaco y caña dulce, pero todo se vino a bajo tras la revolución de 1959 y el ascenso de Fidel Castro al poder, las relaciones se deterioraron progresivamente. Como resultado de las reformas castristas y la mayor cooperación del gobierno cubano con la Unión Soviética, Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Cuba en enero de 1961. A partir de ahí, Cuba se fue desinflando, resquebrajándose  como si de una bolsa de plástico se diluyera dentro de una bolsa de hielo.

Así pues, un país no puede sobrevivir al yugo y a una dictadura tan brutal como la que EE UU sigue imponiendo a Cuba desde hace más de 70 años. El pueblo cubano tiene derecho a comer y tener una calidad de vida en función a su vida social. Basta de dictaduras y comunismos que no sirven para nada. ¿Dónde están los derechos humanos? Es hora y momento de poner freno a los EE UU; no podemos permitir que sigan matando a miles de personas de hambre y de asistencia sanitaria. La democracia es un derecho que asiste a cualquier persona. Mientras que las dictaduras y comunismos ya no tienen ideologías que las sostengan.

Al igual que Israel, que sigue asesinando a miles de personas en la población civil de Gaza, EE UU también se convierte un país asesino, imponiendo un embargo brutal y sin precedentes en este comienzo de siglo XII.

(*) Articulista, escritor, periodista y amigo