
La infancia en Gaza y Cisjordania necesita una respuesta ética, médica y humanitaria inmediata
Desde la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), apoyamos plenamente la declaración conjunta emitida por ISSOP e IPA en julio de 2025, que denuncia el genocidio cometido contra la población palestina de Gaza y exige una respuesta urgente de la comunidad internacional sanitaria.
Como organizaciones pediátricas comprometidas con los derechos de la infancia y los principios éticos que rigen la práctica pediátrica, afirmamos que la situación actual no puede considerarse un daño colateral, sino que constituye una agresión sistemática y planificada contra la población civil, en la que la infancia ha sido objetivo directo y devastado.
Las pruebas recogidas en los informes recientes de B’Tselem (Our Genocide, julio 2025) y Physicians for Human Rights Israel (Destruction of Conditions of Life, julio 2025) documentan de manera rigurosa actos que se ajustan a varias de las categorías establecidas en el Artículo II de la Convención sobre el Genocidio de 1948:
-
Asesinato masivo y deliberado de civiles, incluidos más de 30.000 niños.
-
Destrucción sistemática de hospitales, escuelas y hogares.
-
Bloqueo del acceso humanitario y uso del hambre como arma de guerra.
-
Daño físico y psicológico grave, desnutrición aguda, y colapso de todos los sistemas que sustentan la vida.
-
Declaraciones públicas con intencionalidad genocida por parte de autoridades militares y políticas israelíes.
Por todo ello, nos sumamos a los seis puntos del manifiesto de ISSOP e IPA:
-
Exigimos el cese inmediato del genocidio, la violencia y la obstrucción de la ayuda humanitaria.
-
Instamos a todas las instituciones sanitarias a actuar para proteger a la infancia de Gaza, condenar el ataque a profesionales sanitarios y contribuir a la reconstrucción del sistema de salud.
-
Demandamos la apertura total y urgente de corredores humanitarios.
-
Reclamamos el fin del apoyo internacional —económico, militar y político— que perpetúa el genocidio.
-
Reafirmamos el derecho y deber de profesionales e instituciones a pronunciarse sin temor a represalias.
-
Alertamos sobre el riesgo real de extensión del genocidio a Cisjordania, donde ya se están cometiendo crímenes gravísimos bajo un régimen de apartheid.
La neutralidad médica no es silencio.
Es compromiso con los derechos humanos, con la protección de la infancia y con el principio de no maleficencia. La deshumanización institucional y la impunidad internacional no deben paralizar a quienes trabajamos por la salud, la dignidad y el futuro de los niños y niñas.
(*) Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS)/Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)