Contra el blanqueamiento ideólogico del régimen israelí. No a la participación en Las Palmas del Hapoel de Tel Aviv

Desde Juventud Canaria por Palestina, enmarcados en la oposición frontal al genocidio palestino y el colonialismo sionista, expresamos nuestro rechazo absoluto a la participación y presencia del equipo de baloncesto Hapoel Tel Aviv en la ciudad de Las Palmas el próximo viernes día 3 de enero de 2025, dentro de la jornada 13 de la Liga Eurocup.

El motivo no es otro que el blanqueamiento ideológico que se realiza a escala internacional del régimen israelí a través de la música, el cine, o como en este caso, del deporte. El sionismo busca construir una imagen "civilizada" mediante su participación en eventos deportivos internacionales, mientras comete el mayor genocidio de la época actual.

Quienes ven este partido como un acto donde no tiene cabida la política deben dirigir su descontento hacia la propia estrategia mediática del estado sionista, para el que todos los actos tanto deportivos, culturales (como la sonada participación de Israel en Eurovisión) o de cualquier otro tipo no son más que una herramienta que por un lado busca blanquear la imagen de Israel y por otro lado confrontar con cualquiera que rechace la impunidad de la que disfruta este estado pese al genocidio en Gaza, los ataques al Líbano y en general las constantes violaciones a los derechos humanos.

Hace pocas semanas, pudimos comprobar cómo los ultras israelíes del equipo de futbol Maccabi de Tel Aviv, protagonizaban incidentes violentos en Ámsterdam, al dedicarse a perseguir a personas árabes o retirar simbología en apoyo al pueblo palestino, dejando en evidencia la conexión directa entre el sionismo y las actitudes supremacistas que lo sostienen. Estos altercados no son meros hechos aislados; son el reflejo de la cultura de impunidad y violencia que Israel fomenta dentro y fuera de sus fronteras.

Y mientras los equipos israelíes se mueven por el escenario internacional con total impunidad los deportistas palestinos se enfrentan a un constante hostigamiento. Las fuerzas de ocupación no solo limitan su movilidad mediante puntos de control, sino que destruyen infraestructuras deportivas y reprimen cualquier expresión de resistencia a través del deporte y han asesinado a alrededor de 400 deportistas y entrenadores palestinos. Sin olvidar que aquellos atletas y figuras internacionales que expresan solidaridad con Palestina, como los futbolistas Mohamed Aboutrika o Eric Cantona, son perseguidos mediáticamente y enfrentan sanciones por sus posturas.

La doble vara de medir es evidente: mientras que se premia a los representantes del apartheid israelí con espacio en eventos deportivos, se castiga a quienes denuncian la opresión del pueblo palestino y defienden los derechos humanos.

Es por todo esto que consideramos necesario que por un lado ni el Club de Baloncesto de Gran Canaria ni su afición acepten ser partícipes del blanqueamiento de un estado genocida y, por otro lado, y más importante, pedir coherencia al Cabildo, que en numerosas ocasiones ha organizado y participado en actos en contra del genocidio pero que, en esta ocasión, pese a tratarse de sus propias instalaciones no ha hecho nada por impedirlo, aunque esto permitiría demostrar su rechazo al genocidio de forma clara y tangible.

Ante el blanqueamiento del estado genocida de Israel, desde los controladores aéreos hasta el Cabildo, pasando por la afición y el Gran Canaria, el mensaje debe ser claro: el genocidio no debe quedar impune, debe tener un precio. Si este no se aplica desde el poder deberemos exigirlo quienes no queremos que nuestra isla sea el escenario de un evento que supone ignorar el sufrimiento del pueblo palestino y legitimar un régimen criminal.