
¿Cómo está afectando al precio del Brent el conflicto entre Israel e Irán?
Las recientes hostilidades entre Israel e Irán han abierto un nuevo escenario a nivel mundial
EDDC.NET/Madrid
Pese a que, al menos por el momento, pocos países están inmiscuidos en el conflicto bélico que está habiendo en Oriente Medio, muchos están empezando a notar los efectos económicos que este puede producir. Las recientes hostilidades entre Israel e Irán han abierto un nuevo escenario a nivel mundial, y en algunos lugares del planeta empiezan a tener miedo de que esto pueda suponer una nueva escalada de precios.
No es para menos. Hace más de dos años el comienzo de la invasión rusa de territorio ucraniano llevó a que Estados Unidos y Europa, sobre todo esta última, experimentasen una inflación importante en algunos productos. No queda lejos la época en la que en España el precio de la gasolina se disparó hasta más de dos euros el litro, lo que obligó al gobierno nacional a tomar medidas excepcionales para paliar todas estas situaciones.
En este caso, vuelve a ser el precio del Brent el que está bajo la lupa europea. Tras el ataque de Irán a Israel, el líder hebreo Benjamin Netayanhu amenazó con una respuesta de la misma proporción. Sin embargo, en los últimos días, se ha empezado a especular con que ese contraataque no vaya orientado a bombardear zonas habitadas, sino que se centre en atacar la infraestructura energética y petrolera iraní.
Esa amenaza ya se ha empezado a notar en el precio del Brent, que en los últimos días ha experimentado importantes subidas. Los estados europeos intentan mediar para que el conflicto no vaya a más, ya que una ofensiva de esas características por parte de Israel a Irán podría traer numerosos problemas a nivel económico.
Una subida imparable
El lunes 30 de septiembre, nada hacía presagiar lo que estaba a punto de suceder. El Brent cerró la jornada con un precio de 71.76 dólares por barril. Unas horas después, ya en la madrugada del día 1 de octubre, Irán lanzó su ataque sobre Israel. Fueron unos misiles balísticos que, por suerte, solo causaron una víctima mortal. Sin embargo, los hebreos entendieron la necesidad de una respuesta.
Desde ese día, martes, hasta el 4 de octubre, viernes, se comenzó a especular con la posibilidad de atacar las infraestructuras energéticas de Irán. Esta posibilidad generó un auténtico caos en el mercado del Brent, que al cierre de la jornada del viernes había subido ya su precio a 78.08 dólares. Es decir, en apenas cuatro días, tuvo un crecimiento de casi el 9%. Se trata del mayor avance semanal desde octubre del 2022.
La OPEP llama al a calma
En un intento por tranquilizar la situación y disminuir la preocupación mundial, la OPEP aseguró esta semana que existen posibilidades de minimizar un posible ataque de Israel a Irán. Aseguran que la capacidad de producción sobrante que hay dentro de la organización podría compensar el hecho de que los iranís perdiesen todas sus instalaciones.
El riesgo de un clima de inestabilidad
Parece claro que este conflicto no tendrá una solución a corto plazo, y que este clima bélico se mantendrá, como mínimo, los próximos meses. A nivel económico, como está demostrando el precio del Brent, esta situación es muy complicada, y va más allá de una posible destrucción de la capacidad de producción de Irán.
Esta guerra entre los dos países afecta directamente a contextos como el del transporte de petróleo. Existe una ruta por el Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del suministro mundial proveniente de países como Arabia Saudí, Kuwait o Emiratos Árabes Unidos, que se vería claramente afectada por estas tensiones. Esto aumentaría el precio del transporte y hasta podría llegar a afectar a la oferta mundial de este producto.
Por otro lado, hay una situación que resulta evidente. En este contexto, muchos países querrán asegurarse tener su suministro de petróleo asegurado en los próximos meses, por si este choque entre países se alarga. Eso va a repercutir en un aumento de contratos a largo plazo, lo que se traduce en una mayor demanda y una clara subida de costes.
Temor al futuro
Desde Irán se ha lanzado una amenaza muy clara: si Israel ataca sus infraestructuras energéticas, ellos irán a por las instalaciones de producción de gas del país hebreo. Este intercambio de amenazas no solo aumenta la tensión, sino que pone en alerta países ajenos al conflicto, que podrían verse tentados a interceder por una parte u otra.
El riesgo de que potencias mundiales como Rusia o Estados Unidos entren en esta pelea, resulta real y, a la vez, bastante preocupante. Cuantos más países se sumen a este conflicto, más se notará en el apartado económico.