Si tú supieras y yo te contara…

Zebenzuí González Rancel (*)

Dicen que a la pareja se la conoce en el divorcio, a los hermanos en la herencia, y a los hijos en la vejez. A mí me gustaría añadir que a un jefe se le conoce en el día a día, en el ejercicio responsable de la dirección de un proyecto u organización, y no mediante campañas de publicidad o lavados de imagen. No seré yo quien le quite su minuto de gloria al actual jefe de la Policía Local de Guía de Isora, por unos supuestos servicios que le granjearon una entredicha condecoración del Gobierno de Canarias (entre jefes de policía y sindicalistas gourmet, parece que el resto de agentes en Canarias no hacen la “o” con un canuto), pero una cosa es una cosa, y seis, media docena. Francisco Ruiz Hernández, más conocido por Paco, va a tener el honor de colgarse otra medalla, y esta vez, por méritos propios indudables: la de ser el peor jefe de la policía local isorana desde la época del Menceyato de Adeje.

Esta mención es fruto del amplio abanico de torpezas que realiza bajo su jefatura: Presiones ejercidas hacia los policías que defienden sus derechos en el juzgado, la continuidad en la realización de patrullas unipersonales a pesar de los escritos presentados por la plantilla, otorgamiento o denegación de asuntos particulares con dudosas motivaciones, y todo ello aderezado con un aumento desorbitante de la criminalidad en la zona, sin que se tomen medidas eficaces. Soy consciente que no contar con el apoyo de la mayoría de la plantilla no es plato de buen gusto, pero ello no es óbice para hacer lo que muchos hacen con el colesterol: no se lo miran, y así comen lo que les da la gana. La maldad de esta situación es que no es él quien sale perdiendo, sino los agentes y la ciudadanía en general.

Gran parte del guirigay formado se lo debemos a la alcaldable Josefa Mesa, socialista de costumbres tan opacas como feudales, quien pone en marcha los proyectos por el final (en la España medieval se empezaba comiendo el postre). Entre las resoluciones del Comisionado de Transparencia acusando de opacidad al Ayuntamiento que comanda, y las resoluciones judiciales tirándole de las orejas una y otra vez, más que una Corporación Local parece un reallity show al más puro estilo Netflix. Esperemos que esta situación, por el bien de los vecinos y visitantes de Guía de Isora, se revierta lo antes posible.

(*) Secretario Autonómico del SPPLB en Canarias