Hacemos Gran Canaria

Antonio Morales Méndez (*)

El pasado miércoles presenté mi candidatura a la reelección como presidente del Cabildo de Gran Canaria y la de los 30 hombres y mujeres que me acompañan. En primer lugar tengo que dar las gracias a los cientos de personas que abarrotaron el Teatro Cuyás y a toda esa gente que nos ha acompañado todo el tiempo durante estos últimos ocho años de transformación y compromiso con Gran Canaria.

Decidí presentarme de nuevo como candidato a la presidencia del Cabildo porque me siento con fuerzas, con ilusión, con ideas y con equipo, para seguir liderando el cambio de Gran Canaria. Tenía la obligación de pensármelo por respeto a mi familia y a ustedes. Y al revisar la energía que me queda y los proyectos en marcha, consideré que valía la pena ofrecerme de nuevo para recoger todas las buenas sensaciones que me llegan diariamente, traducirlas en beneficio de nuestra sociedad y terminar el trabajo empezado y muy avanzado.

La mejoría de Gran Canaria es un esfuerzo colectivo. Ahí están los ayuntamientos, la administración más cercana,  cuidando a nuestra gente en los momentos difíciles. Los mejores ejemplos de dedicación y dinamismo están en las alcaldías de Nueva Canarias como lo reconoce todo el mundo en Teo, Carmen, Francisco, Oscar, Pedro, Paco, Jaime, Chicho y en quienes conforman y lideran coaliciones de gobierno o hacen una oposición responsable. Este impulso municipalista está creando una ola de confianza, innovación y cohesión entre todos los territorios de la isla.

Es el resultado del esfuerzo de miles de trabajadoras  y trabajadores autónomos y de pequeñas y medianas empresas que resisten las dificultades, crean empleo y abren oportunidades de crecimiento. Es fruto de nuestros agricultores, ganaderas, ganaderos o pescadores que aumentan la producción y conservan nuestro territorio. Contamos también con la contribución insustituible de todo el personal  de los servicios sanitarios, educativos, de atención social y dependencia de la isla.

La isla de nuestra vida es la de la innovación y el conocimiento, la que protagonizan las mujeres y hombres de nuestra universidad, los institutos científicos, los centros educativos... La que labran continuamente las mujeres y hombres de la creación cultural que nos convierten en isla de arte. La que conserva y difunde nuestra identidad y nuestro patrimonio cultural. La que vibra con los éxitos deportivos que se suceden como en una catarata mágica y que reflejan una sociedad activa, optimista y sana.

Para avanzar necesitamos una sociedad vertebrada y a eso contribuyen las organizaciones sindicales y empresariales, las organizaciones sociales y vecinales, las organizaciones no gubernamentales decisivas para garantizar la igualdad y los derechos para todas y para todos en los difíciles tiempos que nos ha tocado vivir. Para que esta enorme “orquesta” funcione ha hecho falta un Cabildo de Gran Canaria que escuche, armonice, priorice e impulse las prioridades que dan sentido a una acción colectiva. Gran Canaria tiene un plan, un proyecto de futuro, una senda clara por la que transitar. Por todo esto no podemos detener el impulso, parar la marcha. Al contrario, son metas tan ilusionantes, tan democráticas, tan de futuro que los convoco y las animo con la misma fuerza del primer día a compartir esta pasión que se llama Gran Canaria.

Hace ocho años soñé con una ecoísla.  Una isla con un gobierno abierto, cercano… con políticas de desarrollo sostenible y de justicia y equidad social. He citado en alguna ocasión la frase de Eleanor Roosevelt que dice que “El futuro les pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños”.

Soñé una isla verde y sostenible que avanzara hacia la soberanía energética, hídrica y alimentaria. Soñé una isla con más empleo para mucha gente, con jóvenes y mujeres con más oportunidades de vida, apoyado en la innovación, en las economías azul, verde y circular, en sectores emergentes como el audiovisual, en la movilidad pública, en la industria y el comercio local, en el turismo sostenible, en el reverdecimiento de nuestro territorio, en la mitigación y adaptación al cambio climático… Soñé nuevos centros para nuestros mayores y mejor atención a las personas dependientes. Soñé una isla que se reconociera patrimonio de la humanidad. Soñé una isla que tuviera voz propia y no fuera silencio amordazado.

Los sueños se alcanzan con trabajo, equipo, proyecto y honestidad. Y hoy nos encontramos que Gran Canaria lidera aspectos decisivos en la vida de cada uno de nosotros.

Gran Canaria lidera la creación de empleo en Canarias con un crecimiento del 12%; se han creado 42.000 nuevos empleos y alcanzamos las 397.000 personas ocupadas, lo que supone un máximo histórico. Aumenta el empleo de las mujeres y de los jóvenes. Todo esto no sería posible sin la potente inversión del Cabildo de Gran Canaria, con más de 1.500 millones de euros en estos cuatro años. También hay una importante inversión privada, que encuentra en la estabilidad política de la isla y en nuestro apoyo a la diversificación económica una garantía y un atractivo para la inversión y la generación de empleo.

Y el avance de la ecoísla tiene su cara más visible en el progreso de la soberanía energética, hídrica y alimentaria. Estamos a la cabeza de Canarias en la penetración de energías renovables porque representan el 24% del total de la energía utilizada. La mitad del autoconsumo y de las fotovoltaicas de Canarias están instaladas en Gran Canaria. Somos la única isla que tiene un acuerdo para la instalación de las energías eólicas marinas, respetando las demandas de los sectores afectados gracias a la posición firme, haciendo oír su voz, del Cabildo de Gran Canaria.

Y nada de esto sería posible sin el Salto de Chira que será la gran central hidroeléctrica de almacenamiento que nos permitirá descarbonizar Gran Canaria dejando de quemar petróleo contaminante y además disponer del agua que necesitamos para regar las cuencas de Tirajana, Mogán, Tejeda y Artenara y todas las medianías de Gran Canaria.

Por el cambio climático, Gran Canaria ha visto aumentado su riesgo de desertización. Para evitar sus consecuencias hemos avanzado decididamente en garantizar nuestra seguridad hídrica con más de 100 millones de inversión en nuestra isla. Ahí tenemos un gran reto para los próximos años. Disponemos de agua para mantener y aumentar la superficie cultivada y queremos que el agua de la cumbre se quede en la cumbre.

Y el sueño de avanzar hacia la soberanía alimentaria también se está consiguiendo. Hemos crecido en 752 hectáreas en producción agrícola cuando en el conjunto de Canarias se ha retrocedido en 42.000. La colaboración del sector comercial y la ciudadanía para promocionar y consumir nuestros productos agrícolas es fundamental y lo agradezco. En este ambiente se ha producido una explosión de nuestra gastronomía y de nuestras cocineras y cocineros prestigiando los productos de Gran Canaria.

Gran Canaria es la primera isla en tener una estrategia para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático. Y siempre pensando en las personas.

Después de años sin que se creara una sola plaza sociosanitaria para atender a nuestros mayores y personas dependientes, ya se han abierto 600 en estos cuatro años y están en marcha o a punto de licitarse otras mil porque nuestros mayores se lo merecen. Y en las políticas sociales la lucha sin descanso contra la violencia de género y por la igualdad entre mujeres y hombres ha sido y es crucial.

Esta transformación de Gran Canaria no sería posible además, si no hubiésemos apostado claramente por la diversificación económica, para que nuestra gente joven se quede a trabajar aquí en empleos de calidad. Hemos impulsado la economía azul, el sector audiovisual, la digitalización, el turismo sostenible, los parques tecnológicos, las áreas industriales y zonas comerciales abiertas. O la construcción de dos grandes platós de cine que nos permiten desarrollar y atraer una potente industria audiovisual que encuentra en la isla un espacio ordenado y estimulante para iniciar proyectos ambiciosos.

Y somos patrimonio de la Humanidad por la declaración de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria y la candidatura del Parque Nacional de Guguy ya está enviada y documentada después de la gestión del Cabildo de Gran Canaria. Estoy seguro de que lo vamos a conseguir.

Todas estas líneas no son palabras vacías, supone un trabajo coordinado para aprobar, por ejemplo, el Plan de Ordenación del Territorio que hace posible suelo para la acuicultura, para la conservación de terreno agrícola y para otro modelo de turismo.

Pero si vuelvo a dar el paso es porque me comprometo a culminar, ensanchar y completar una tarea que puede ser histórica para ganar el siglo XXI, para construir la isla que soñamos. La tarea que nos espera es apasionante y debemos sembrarla entre todas y todos. Está en nuestras manos confirmar un tiempo de progreso, de justicia, de modernidad que nos permita vivir en Gran Canaria con el orgullo de ser una isla de oportunidades y de referencia. En definitiva, la isla de nuestras vidas.

Estoy absolutamente convencido de que si tratamos con pasión y respeto a esta querida isla nuestra, ella nos lo devolverá con creces.

 

(*) Presidente del Cabildo de Gran Canaria