Un robo o asalto impune en España: “el del ocupa”

Antonio García Fuentes (*)

Primero veamos oficialmente lo que significan las palabras según “la más alta autoridad en nuestro riquísimo idioma español”: Robo, lo aclara así: “Delito que se comete apoderándose con ánimo de lucro de una cosa mueble ajena,  empleándose violencia o intimidación sobre las personas, o fuerza en las cosas”. ¿Y qué es el forzar una vivienda ajena, ocuparla y emplear todas sus instalaciones y mobiliarios, usar el agua, electricidad, gas y todos los impuestos que conlleva tener una propiedad en este país, y no poder recuperar de inmediato lo que es tuyo, puesto que el Estado protege al delincuente antes aún, que al contribuyente que permite el sostenimiento del aparato estatal con sus impuestos? ¿Esto lo entiende alguien en cualquier otro lugar del planeta? Seguro que no, puesto que es inentendible, pero ocurre en España.

Me envían un comunicado de una organización que está intentando “meter en vereda”, a quienes así nos tratan, y ese comunicado es el que sigue:

“Antonio. ¿Sabías que el fenómeno de la ‘okupación’ no ha parado de crecer en España? Desde el 2011 el número de ocupaciones ilegales se ha triplicado4, pasando de 6.233 a las 17.274 del pasado 2021. España se ha convertido en un paraíso para ‘okupas’ sobre todo desde que la izquierda ‘buenista’ no quiere endurecer las leyes. Y cada casa ocupada ilícitamente es una vida destrozada. Y si no que se lo digan a María Luisa, que tras 20 años pagando la hipoteca ahora duerme en el portal de su casa porque su inquilina, que lleva dos años sin pagar el alquiler, se niega a irse de la casa. Hay miles de casos como el de María Luisa, pero solo una solución para todos ellos. Una ley ‘antiokupa’ a nivel nacional que proteja a los propietarios frente a estos ataques: Firma y dile al Gobierno que España necesita una ley ‘antiocupa’ YA (HazteOir.org  -entre y lea) Si no frenamos este fenómeno ahora con una ley que proteja al propietario (las ‘okupaciones han crecido un 41% desde que Sánchez llegase a La Moncloa) las mafias vendrán todas a España y se aprovecharán de nuestra debilidad legal. Es hora de protegernos”.

¿Se ha tocado este y otros muchos asuntos que de verdad nos afectan a los españoles, en el tan cacareado, “Estado de la nación”; seguro que no… y así vamos o mejor dicho, nos llevan? Veamos un hecho que yo viví en Suiza y otro que nos dice la historia, de los patricios de la república de Roma y la plebe que manejaban.

Como contrapartida a lo que aquí se permite a los delincuentes, les copio un relato escrito por mí en Suiza, año 1993, en que junto a mi esposa, nos encontrábamos alojados en el Hotel "d'Auteuil", y el que se encuentra en Lausana y muy cercano a la Plaza de "Cornavin", por tanto bastante céntrico. Resalto que era ya muy avanzado el mes de noviembre, y Suiza en gran parte de la misma estaba nevada y por tanto el ambiente era de invierno… “Hasta las nueve no tendremos la cena, por tanto subimos a nuestra habitación; y ya en ella, para "pasar el tiempo", sintonizo la radio que en la misma existe y por pura casualidad, "aparece radio Berna y hablando en español", la que está ofreciendo un informativo para todos los países de habla hispana. Por este noticiario me informo que el ministro español de gobernación (Sr. Corcuera) ha dimitido hoy, cosa "sin mayor importancia para mí", pero sí que me llama la atención otra noticia y es la siguiente... "doscientos okupas (desarraigados que suelen ocupar edificios vacíos o abandonados) han sido desalojados de unos edificios privados, mediante la fuerza policial, auxiliada por los bomberos, los que han empleado sus mangueras a presión en "baldear" y echar a estos okupas"...?  Es claro (la noticia me lo confirma) que aquí en Suiza (el hecho que refiero ha tenido lugar en la propia Berna) no se andan con "muchas contemplaciones", para hacer cumplir "su ley", creo  que por ello y en contraposición con otros países (entre ellos España) aquí no existen ni negocios, o comercios "blindados", ni cierres o rejas "carcelarias"; y por ello, hemos podido ver, incluso joyerías, exponiendo en sus escaparates piezas de un cierto valor apreciable (en millones de pesetas) y las que protegen solo cristales de mayor o menor grosor, pero cristales al fin y al cabo. También he visto puestos de venta de periódicos instalados en las aceras de las calles y donde se practica el autoservicio, donde el cliente, coge el periódico y deposita su importe en una ranura, que tiene una caja metálica de construcción muy sencilla, anexa al citado puesto y ello, "funciona"; lo que demuestra que aquí hay mucha educación cívica o que... "las leyes suizas, surten el efecto deseado y las gentes tienen el suficiente respeto o miedo y... las cumplen".

Y reitero, que este hecho ocurría en la muy civilizada Suiza, y los ocupas fueron echados a la calle incluso “a mangazo limpio y con agua fría”; lo que demuestra que cuando hay leyes y se cumplen, si la delincuencia no desaparece totalmente, pero sí que se reduce una enormidad; y reitero, este hecho, era hace veintinueve años. Aquí en España “pareciera”, que las leyes van más bien en favor del delincuente, que de las víctimas de sus fechorías. Y es claro que así nos va.

En la ROMA republicana y antes de Cristo: “El patricio romano Cayo Julio César, el viejo (100-44 a. C.) Nos lo demuestra con gran desprecio, manifestando lo siguiente: “Si la clase media sirve para algo es para trabajar y pagar impuestos, con los que podemos sobornar a la plebe de Roma y tenerla contenta y mantenerla dócil. Es cierto que los plebeyos de Roma son animales, pero son muchos y necesitamos sus votos para alcanzar el poder. Que la clase media nos sirva hasta el final, porque los nuevos ciudadanos no piensan nada más que en el trabajo, la industria y el ahorro y otras preocupaciones por el estilo”.

Marco Livio Druso (122 a. C.) tribuno de la plebe, dice: “Es difícil decir quiénes son peores, si los que sobornan a las masas o las masas que aceptan el soborno. Es cierto que el soborno corrompe, pero también es cierto que el que lo acepta es el mayor de los delincuentes”…  No hago más comentarios, que los haga el lector.

(*) Escritor y filósofo