Cerca del 93% de los residuos generados en Tenerife en 2021 acabaron bajo tierra en el vertedero

Foro contra la Incineración

Las cifras, que por cierto no han sido entregadas a día de hoy a los miembros de la Comisión de Seguimiento que los reclamaron por activa y por pasiva en la reunión del pasado 16 de junio cuyo primer punto del orden del día era precisamente dar cuenta de estos números; resultan ciertamente escandalosas y el nuevo contrato de gestión (que no es otra cosa que la renovación del modelo PIRS de 1984 por otros 15 años) viene a incidir en un milagro imposible: de los residuos mezclados no se puede separar nada en condiciones de ser reciclados convenientemente. Acaso algún metal (siempre a un alto coste energéticamente hablando) y algún plástico pero desde luego nada del grueso de los residuos más problemáticos como es el caso de la materia orgánica tan valiosa y necesaria como enmienda para nuestros suelos cada vez más deteriorados.

Separar en origen y reducir en la medida de lo posible es la apuesta de Europa pero en Tenerife se despreció por parte de Valbuena en el periodo 2015-2019 el modelo PTEOR que, aprobado por la unanimidad del pleno del Cabildo en 2009, incidía en la necesidad de trabajar en objetivos de reducción y separación en origen que por otro lado no iban ni más allá ni más acá de los objetivos a los que nos obliga la Unión Europea y que desgraciadamente para Tenerife hoy día se encuentran a años luz, máxime teniendo en cuenta que los parches con los que pretende el Cabildo enmendar su propio error, buscando alternativas obsoletas como la biometanización y demás han fracasado estrepitosamente con adjudicaciones fallidas.

En fin, nuestro Cabildo después de la apuesta seria del 2009 que fue posible gracias a un amplio concenso social y político se ha puesto desde el 2015 proa al marisco como advertimos desde aquí en el minuto cero visto el pretendido cambio de rumbo que anunció Valbuena y que, obviamente, fuera del PTEOR estaba garantizado el fracaso desde el minuto cero. Serán ocho años tristemente enterrados mientras intentan hacerse trampas al solitario como con la planta de clasificación de envases. Como estuvo parada los tres primeros meses del 2021 (por obras) pues hacen la comparativa respecto al 2020 sólo en relación a los meses restantes obteniendo unos resultados tan espectaculares como irreales puesto que el material no tratado los tres primeros meses se acumuló para irlo tratando cuando la automatización entrara en funcionamiento.

Lo único cierto de esa planta de clasificación de envases es que casi la mitad de lo que la gente deposita en el contenedor amarillo acaba en el vertedero por rechazo o por considerarse impropios. Un caos si tenemos en cuenta que al contenedor amarillo no están yendo a parar ni el 15% de los envases que se generan. De hecho el PTEOR preveía 4 plantas de clasificación de envases (Adeje, La Orotava, La Campana y Arico) en 2016 para cumplir objetivos europeos y a día de hoy sólo se ha automatizado la de Arico en una obra que todavía está a medias a falta de acometidas eléctricas y demás.

La UE cuenta con un objetivo común para reciclar al menos el 55% de los residuos municipales en 2025. Esta meta avanzará hasta el 60% en 2030 y al 65% en 2035 y en Tenerife a día de hoy probablemente no estemos recuperando ni el 10%. Ese es el panorama e incidir en el error y trabajar sin planificación de ningún tipo con el famoso brindis al sol de Valbuena de ‘residuos cero’ pues nos llevará, nos ha puesto ya, en una situación extremadamente comprometida de la que ya les digo yo que los responsables del tema a día de hoy no sólo no nos sacarán sino que muy probablemente terminarán enterrándonos más en el lodo, en esos lodos de depuradora que ilegalmente también se siguen enterrando sin más en Arico con las consecuencias ambientales que conocen muy bien los vecinos del entorno.