La bicefalia del PP

Salvador Barnés (*)

Desde los tiempos de Fraga en que se fundó el partido derivándose de Alianza Popular, una de las ideas casi siempre puestas en práctica era en la unión del Partido, de las ideas del trabajo en conjunto para poder despegar( cosa que hizo) después de toda esa tormenta de políticas que tuvo España a partir de la Transición, acuerdos de todos los que ya estaban, los que salían y los que querían estar, todo un gran compendio que dio el nacimiento de esta democracia que hoy tenemos.

Pero luego pasó, lo que siempre históricamente así ha sido, están los segundones, aquellos que le quieren mover la silla al jefe, muchos de ellos traidores, felones al más alto precio y con el beneplácito a veces de toda la baronía del Partido se les han permitido muchas tropelías y extravagancias que ha dado por tierra muchas veces las ideas que por ser han sido grandes pero que alguno de estos esbirros del mal anclaje han hecho del Partido a que tuviera algunas lagunas políticas que llevaron al PP a perder unas elecciones por esos extraños comportamientos y demasiada confianza de eso que decimos ‘los segundones’.

Desde Aznar que tuvo sus ‘cireneos’ como Cascos, Rato, Oreja, Arenas que estuvieron tan cerca del Presidente y que acabaron casi todos queriendo ser presidentes de lo que fuera, tener el poder omnímodo fuera de Aznar al cual esté ya los tenía enfilados, y empezó ya el baile pero no con el presidente, ellos con quien querían bailar era solo para sus políticas.

Vino Rajoy y con este sobreviviente del gobierno Aznar, hizo también su política, a la cual también se le pegaron segundones que fueron a por él a quitarle el mando cosa que en algún momento lo hicieron, Santamaría, Cospedal, Montoro, Mato, y otros repetidores de los dos gobiernos que presidió Rajoy, todos estos hacían su propia política, por mucho que alguien diga lo contrario, están a la disposición de todos las hemerotecas para que veamos cómo se iban  comportando tan lejos de la unidad del partido y al mando que es en lo que en su momento se pensó tuviera siempre el partido y en algunas etapas del PP desde 1989 se logró y consiguió muchas veces, pero ( siempre hay un pero), no se puede oír misa y repicar campanas,  tienes que ser fiel a una idea no dar explicación a otras entidades sean masónicas, del Opus, u otras confesiones religiosas políticas como algunos de estos tenían, deben de saber que el PP es la otra columna grande que sujeta la democracia en este País, y no se puede ir con ensayos bíblicos.

Ahora estamos en esta tesitura, Casado, Ayuso y por encima de ellos el  triángulo que todo lo ve Aznar, de esta forma se ha pasado a tener dos cabezas en un mismo mando, algo imposible de aceptar y menos de seguir políticamente. Si no se ve un bloque compacto en ideas y seguimiento político, mal ejemplo se da a esos muchos millones de españoles que siguen al Partido. Nadie acepta ya dos cabezas y menos aún que el trabajo y la voluntad política de estas las dirija un tercero desde fuera.

(*) Articulista