Pensamientos y reflexiones 322

Antonio García Fuentes (*)

Los asquerosamente ricos: Deduje hace mucho tiempo que, “el dinero es un medio, pero no un fin”, y aclaro la frase; el dinero debe ser un medio para lograr en la vida, un nivel aceptable de bienestar y libertad, para poder desarrollarse, en, “el ser, mucho más que en el tener”. El dinero como fin, es de las peores lacras que pueden invadir “al mono humano”, puesto que también conlleva, la avaricia y la envidia; esa invasión anímica en el ser humano, es así de perniciosa, puesto que ese fin, “no tiene fin”; todo se traduce a ir añadiendo a la cuenta del avariento, ceros a la derecha de la misma; por lo que en realidad, termina por ser, un pobre desgraciado, que ha caído en la peor de las esclavitudes; y la que conlleva, “enormes padecimientos que sólo sabe el enfermo que las padece” y que nunca confesará; puesto que a mayor cuantía de bienes, mayores preocupaciones por conservarlos, acrecentarlos, o miedos a perderlos. De ahí parte la dura sentencia de la sabiduría popular, que juzga al tal, así… “Era tan pobre, tan pobre, que sólo tenía dinero”. Y la que filosóficamente es la peor de las pobrezas y la mayor de las miserias, por cuanto conlleva la acumulación de capitales, ya asquerosos, por la cuantía de los mismos.

Lo sentenció ya el insigne Gandhi, con estas demoledoras palabras. “En la Tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos. Pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos”. Todos los males o casi todos los males que padece el mundo, se derivan de esos “enfermos” avariciosos, que sólo emplean su dinero, en “acumular más dinero”, y a costa de lo que sea, muchas veces, a costa de la vida de muchos, su sangre y su sudor, manteniéndolos en la máxima pobreza, material e intelectual; y además, ocultando su dinero, en los “paraísos fiscales”, que ellos mismos crearon, para con la máxima avaricia, ni pagar impuestos a sus propios países; puesto que, veamos lo que leo en un magnífico libro, que recomiendo leer (“Así se domina el mundo”, cuyo autor es Pedro Baños; y lo edita Planeta, en España; está siendo difundido internacionalmente por su muy interesante contenido; y aunque, “las palabras no suelen hacer efecto inmediato”; pero las grandes palabras y los grandes escritos, perduran en el tiempo; y van haciendo la labor enorme de, “la palabra bien dicha o escrita”; que yo, insisto, “es la mejor y más poderosa arma con que cuenta el ser humano”; y además; lo que escribió y escribe ese “mono humano”, no desaparece y siempre hay quién encuentra el valioso texto, lo rescata y lo reproduce de nuevo. El libro suele ser “la obra humana que más perdura”. Y ello es tan real, que hasta los arqueólogos, logran descifrar signos y jeroglíficos, transformando sus contenidos, a los idiomas actuales. (De mi artículo de igual titular: 02-07-2020: Resto en mi Web).

El conformismo total: Como “la felicidad”, ni existe en este mundo, ni sé, de qué, nadie haya podido definir este estado “perfecto”; deduzco que el máximo estado pudiera ser el que reflejo en mi titular de hoy. ¿Pero cómo definir ese estado en el maremágnum que existe dentro de cada ser humano, o “mono humano”, de este planeta? Como yo tampoco sabría definirlo o explicarlo, mejor copiarlo de uno de los más destacados sabios filósofos de nuestra civilización “greco-romana”; puesto que si éste (que fue Marco Aurelio) no llegó a la plenitud de ese estado anímico del ser humano, considero que debió llegar a aproximarse mucho, muchísimo y por lo que escribiera, en el momento en que se sintiera o creyera vivirlo, intuirlo o imaginarlo: veamos.

“¡O alma mía! ¿Vendrá un día que tú seas buena e inocente, siempre lo mismo y completamente desnuda, todavía más al descubierto del cuerpo que te envuelve, un día en que tú no experimentes sino sentimientos de afecto y amor? ¿Vendrá un día en que te halles plenamente satisfecha, sin ninguna necesidad y sin ninguna pena, en que tú no desees nada, ni animado ni inanimado, donde no encuentres alegría, nada, ni el tiempo para que los placeres sean más largos, ni un lugar o país preferido, o un aire más dulce para respirar o una sociedad más adecuada a tus gustos; sino, al contrario, amoldándote a tu situación te gustaría todo cuanto existe, persuadida de que tienes todo lo necesario, que todo va bien para ti, que no hay nada que no venga de los dioses, que todo cuanto quieren mandar y lo que mandarán no puede ser sino bueno para ti y en general para la conservación del mundo, este ser animado que es en todo perfecto, bueno, justo, hermoso, que produce, abarca, contiene todos los demás seres y recibe en su seno a todos cuantos se disuelven para reproducir otros semejantes? ¿Vendrá un día en que tú puedas vivir ante los dioses y ante los hombres sin proferir una sola queja contra ellos y sin que puedas ser mal visto? (De mi artículo de igual titular: 04-07-2020: Resto en mi Web).

El alma, el tiempo, el espacio y el ser o no ser: Hay que recurrir de nuevo a Marco Aurelio, puesto que el significado de las palabras de mi titular, difícilmente un ser “normal”, le podría encontrar el significado que este sabio, dio hace casi dos milenios a las mismas y en un corto espacio, como vamos a ver y apreciar. Reflejo el texto seleccionado por mí.

“He aquí las propiedades del alma razonable: ella se ve a mí  misma, se organiza a sí misma y se adorna a sí misma como le place, recoge los frutos que produce, en vez de como ocurre con los productos de las plantas, que son recogidos por otros. Ella alcanza siempre su propio fin, no importa el momento en que la vida termine. Porque no ocurre lo mismo con ella que con una danza, una pieza de teatro u otra clase de representaciones que quedan imperfectas si se las interrumpe.  En cualquier sitio o tiempo que la muerte la sorprenda, ella hace del momento un todo finalizado y completo, de manera que puede decir: “tengo todo lo que me pertenece”. Además, ella recorre el mundo entero y el vacío que la rodea; examina su configuración; su vista se extiende hasta la eternidad; ella abarca y aprecia la renovación periódica del universo; ella cree que los que vendrán después de nosotros no verán nada nuevo, como aquellos que nos han precedido no han visto más que lo que ahora vemos, y que un hombre que ha vivido cuarenta años, por poco entendimiento que tenga, ha visto poco más o menos cuanto le ha precedido y lo que seguirá, puesto que todo sigue uniformemente.

La propiedad de un alma razonable es también el amor al prójimo, a la verdad, al pudor, y ante todo, el respeto a ella misma, lo que es también el carácter propio de la ley. Es así como el derecho razonable no difiere en nada a las reglas de la justicia. (De mi artículo de igual titular: 08-07-2020: Resto en mi Web).

La vida… según un sabio: Como a la mayoría les han metido en el cuerpo un gran miedo, cuando no incluso terror, que las masas asumen como un inminente peligro de muerte; y observando que los inútiles políticos, emplean el mismo como “potente arma de dominio”; han terminado por transformar a la humanidad, no ya a dóciles e indefensos “borregos”, sino situarlos aún a más ínfima categoría. Y como “lo del virus chino”, parece ser que va para largo; hay que buscar en el sabio, lecciones de consuelo y que sitúan al mono humano, en lugar mucho más seguro, pese a su impotencia (que siempre la tuvimos) pero indicando, unas fuerzas que hoy no predica nadie y de ahí la desorientación o ya “bandada”, de quienes están sumidos en un terror, que yo considero absurdo, y aquel sabio seguro que mucho más: Veamos; y “habla de nuevo”, Marco Aurelio; sabio estoico y emperador romano, del que sus pensamientos serán recordados siempre que se escriba la historia de este desgraciado planeta.

“Una acción cualquiera que termina a su tiempo no pierde nada de su valor por el mero hecho de haber terminado. Aquél que ha hecho esta acción no experimenta algún mal a causa de este fin. Lo mismo, pues, nuestra vida, que no es sino el encadenamiento de todas las acciones, cuando acaba a su debido tiempo, no es desgraciada por el hecho de acabar, y aquél que a su tiempo se encuentre que ha llegado al último eslabón de esta cadena no experimenta por ello ningún mal. Es la naturaleza la quién señala el término y duración; a veces es la naturaleza particular, como por ejemplo, cuando uno muere por vejez; pero, en resumen, es siempre la naturaleza universal. Las partes del universo se transforman sin cesar, y el mundo goza de una juventud y de un vigor eterno. Lo que es útil al universo es siempre bueno. Así, pues, el término de la vida no es un mal para nadie, puesto que nada tiene de deshonroso, sí es verdad que no solamente no depende de nuestra voluntad, sino que no atenta contra las leyes comunes; es hasta un bien, puesto que es natural para el universo, le es útil y se acomoda a sus leyes. Así es como uno lleva en sí el espíritu de Dios, camina hacia sus mismos fines y se decide a no tener otra voluntad que la de Dios.

He aquí tres puntos esenciales que se deben seguir. Primero: en tu propia conducta, procura no hacer nada sin reflexionar, (De mi artículo de igual titular: 15-07-2020: Resto en mi Web.)

La política “como cueva de ladrones”: No es nada nuevo, puesto que ya en “los orgullosos” EE.UU. ocurrió lo que reflejo. Política y su desprestigio en EEUU años treinta, años treinta del pasado siglo, fue tal, que el presidente, F.D. Roosevelt se  vio obligado a salir al paso con esta recomendación... “Tenemos que luchar  para que la palabra político deje de ser un insulto”. No se puede decir y reconocer más en menos palabras, por cuanto huelgan comentarios... ¿qué nos espera en el presente y el futuro?... me temo que más de lo mismo, tal y como vamos viendo desarrollarse la política nacional, o incluso internacional en mayoría de  países. De ahí el que la gente vote cada vez menos. Y lo hemos visto recientemente en la muy democrática y avanzada Francia “revolucionaria”, donde han votado menos del cuarenta por ciento del censo.

En España es tal la corrupción e impunidad, que es incalificable ya en el riquísimo idioma español, el calificar globalmente los hechos de todo tipo, tales como los que reflejo, algunos sueltos. Y donde destacan, la familia catalana de “los Pujol; y cuerda de los pujoleros”, que por fin ahora y desde un larguísimo tiempo de papeleo, parece ser que los van a juzgar, esperando que y como siempre, si los juzgan, los condenarán, a condenas “de mantequilla”; y a vivir de los enormes botines, obtenidos en la época en que como “dueños de Cataluña hicieron allí lo que les dio la gana y además el cabecilla, auto titulándose de “muy honorable”, prócer”.

“Fernando Villén fue director de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE) durante la presidencia de Manuel Chaves. El juez localiza los 5 burdeles donde un alto cargo del PSOE gastó a golpe de tarjeta 30.000 euros de dinero público”. (Periodista Digital 24-06-2020)…    Se supone y por lógica aplastante, que a estos indeseables, los echan a patadas del partido, tan pronto entran en el juzgado, después esperamos condenas ejemplares de cárcel, devolución del dinero con intereses de demora; y la correspondiente de que jamás entren en cargo u oficio público; aunque habría que saber de otros y “muy altos cargos”, que hicieron cosas aún de mayor cuantía y que hasta hoy, han sido tratados, “con algodones o incluso mejor que ello”. No sé si este hecho aislado tiene conexión con el monstruoso proceso denominado de “los ERE”, juzgado o a medio juzgar, en Sevilla, y donde “se perdieron más de ochocientos millones de euros”, por concesiones y desvíos inexplicables, puesto que recuerdo uno de ellos, de “un subalterno”, que investigando la policía o guardia civil en su pueblo, de la provincia de Jaén; la madre del investigado y “presumiendo de la listeza de su vástago”, dijo públicamente más o menos… “mi hijo tiene dinero para tostar una vaca “quemando billetes”; (De mi artículo de igual titular 19-07-2020: resto en mi web).

La derrochadora política, “la cigarra y la hormiga”: Los países hoy en ruina, la tienen por lógica; y se aclara en pocas palabras; “simplemente y durante mucho tiempo gastaron más que tuvieron”; ocurre igual que en una familia, que por ejemplo, ingresa cada mes mil euros; y los que administran la misma, se empeñan en gastar mil doscientos. Como ello se repite durante mucho tiempo, el déficit se va acumulando y terminan primero, en la ruina y luego en la subasta de los bienes que posean, terminando en la indigencia y en la cuneta o calle, como imbéciles mendigos dignos del mayor desprecio; puesto que ellos se lo buscaron. De ahí el que en mi titular, forme parte el título del famoso cuento, “La cigarra y la hormiga”; puesto que la cigarra, significa el derroche y la irresponsabilidad; y la hormiga; el trabajo, el ahorro y buena administración, que “eternizan al hormiguero”; y como he dicho más de una vez, en el “libro de la Naturaleza”, el hombre lo encuentra todo, si lo observa e investiga, cómo dicha “potentísima universidad” lo requiere.

¿Qué le ocurre a España, no ahora, sino ya hace varias décadas o mejor dicho, desde que se implantara, “el régimen loco e irresponsable que la ha llevado a la ruina”; sencillo y arriba en metáfora está explicado. Hoy “el títere” que dice gobernar a España, “anda loco”, mendigando a los países ricos de Europa, no sólo para que le presten lo que necesita, sino lo más incongruente, o sea, que, “le regalen gran parte del monstruoso préstamo que necesita España”; que dicho sea de paso, no va a servir para nada, puesto que “estos manirrotos que no sabrían administrar ni un puesto de pipas y caramelos”; y si no los controlan muy bien, “los prestamistas”; los políticos seguirán con su, “viva Cartagena y que siga la juerga como si aquí no hubiese pasado nada”.

Lógico que alguien muy importante y fuera de la política; de nacionalidad italiana, dónde su país está junto con otros, igual o similar a como estamos en España; manifestara en declaraciones al diario “ABC”, el pasado domingo 21 de junio, entre otras cosas muy interesantes, “cosas así”: “Es justo que la UE exija a cada país reformas por el préstamo”. “Avisa del riesgo de los subsidios: “Si a uno le pagan sin trabajar, no será posible hacerle trabajar”. Esto último dedicado a esa paga que se les piensa dar, a los que sin trabajar, la van a cobrar o ya cobran, habiendo tantas cosas por hacer y cuidar en cada territorio; y lo que pueden realizar, la mayoría de esos que van a recibir pagas graciables, y sin sentido alguno, que como dice el erudito, van a fortalecer la vagancia; y esta será otra epidemia más en el futuro.

Todo ello lo afirma, “Carlo Cottarelli”: ex director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FNI), profesor universitario y director del Observatorio sobre las cuentas públicas italianas de la Universidad de Milán; economista y excandidato a primer ministro. (De mi artículo de igual titular: 19-07-2020: Resto en miWeb.)

 (*) Escritor y filósofo