Anpe Canarias reclama la eliminación de los recortes en Educación y la necesidad de un Estatuto Docente ante el último informe de la OCDE

Este sindicato considera que no se debe culpabilizar solamente a los docentes

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

El informe sobre el estudio Panorama de la Educación 2015 presentado por  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no hace otra cosa que confirmar las tesis de Anpe Canarias sobre algunos aspectos que venimos denunciando y ante los que venimos exigiendo soluciones desde hace mucho tiempo. Ante algunas valoraciones del informe, Anpe Canarias  manifiesta que:

Según el informe de la OCDE en torno a un 70% del total de los profesores de la enseñanza pública en España sólo se someten a una evaluación para acceder a la profesión, y que, después, no son examinados de manera periódica o regular durante su carrera. Con esta afirmación se traslada a la opinión pública la impresión que en los centros educativos el profesorado “hace lo que le da la gana, a su libre albedrío, dejado de la mano de Dios, sin equipos directivos, ni departamentos, ni claustros, ni una inspección educativa ni una administración pública que funcione y controle la labor que día a día los docentes “, nada más alejado de la realidad de los centros educativos, explica Pedro Crespo, presidente del sindicato mayoritario de la enseñanza pública en Canarias. 

Crespo añade, que “somos conscientes del esfuerzo que  realizan los docentes y por aunque  ello, Anpe Canarias no se opone a la evaluación del desempeño docente  sí  exige que ésta se realice con criterios objetivos y enmarcados dentro de un Estatuto Docente, norma que debe regular y desarrollar una verdadera carrera  docente desde el acceso hasta la jubilación, que recoja los incentivos económicos y profesionales que hagan esta profesión  más atractiva y motivadora”.

El sindicato recuerda la conveniencia de  reconocer  que todas las leyes de Educación han visto  teóricamente la necesidad de establecer una política efectiva del profesorado y todos los gobiernos lo han prometido y lo han incumplido en todas las legislaturas. El Libro Blanco de la función docente anunciado recientemente no augura, por el modo, la forma y el momento en que se está gestando, un debate profundo y riguroso sobre lo que debe constituir la elaboración y la negociación del Estatuto Docente.

Otro asunto polémico que recoge el citado informe se refiere a las ratios. El documento indica que la media española en la ESO es de 25 alumnos por aula, ligeramente superior a la de la OCDE (24 alumnos); y en Primaria es de 22 frente a los 21 de la media de la OCDE.  Otra de las  conclusiones del informe es que los profesores españoles de la ESO tienen una media de 713 horas de clase al año, algo más que las 694 horas que hay, de media, en la OCDE. En esta línea, ANPE Canarias exige la derogación de los RD 14/2012 y el RD 20/2014 que supusieron el aumento de las ratios, del número de horas lectivas del profesorado y otras medidas restrictivas sobre programas educativos, medidas que han afectado negativamente a la calidad de la enseñanza.

El estudio Panorama de la Educación 2015 pone también el acento en los datos del estudio  que señalan a España está entre los países con mayor porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan, los llamados ninis, porcentaje que ha pasado del 15,3%  en 2000 hasta el 25,8%  en 2014. Anpe  Canarias  exige que la Educación sea una verdadera prioridad política y social con el objetivo de abordar en profundidad las reformas que necesita nuestro  sistema educativo, y que éstas estén  avaladas por un Pacto Educativo que de estabilidad y cohesión al sistema educativo. Para la organización sindical, en este Pacto debe estar incluida, entre otras medidas,  la financiación. España invierte una media del 1.4% menos del  PIB, que la media de los países de la Unión Europea en Educación.

Ante las elecciones del 20D, Anpe Canarias reclama que la educación se aborde con rigor y en profundidad, solicita que no se use algo tan importante en debates estériles, asimismo exige que la política del profesorado se afronte desde el reconocimiento y valoración de la función docente, y que no se utilice al los docentes como chivos expiatorios, para  distraer y ocultar los verdaderos  problemas que tiene nuestro sistema educativo.