Los Kokorev continúan en Salto del Negro, tras 15 meses, sin saber de qué se les imputa

Son tres españoles, de origen ruso, acusados de ser presuntos testaferros de Obiang

EDDC.NET / Las Palmas de Gran Canaria

Los tres componentes de esta familia carecen de antecedentes penales y desconocen gran parte de los hechos que les imputan. Su defensa, en manos del bufete Choclán Montalvo, considera que las decisiones judiciales en el caso de los Kokorev están coartando el derecho de defensa de la familia. Cree que se está limitando el derecho a la información en el proceso penal ya que, según la Ley, el Estado debe entregar a los imputados e investigados en un causa secreta suficiente información para poder impugnar la prisión provisional.

Los tres miembros de los Kokorev (Vladimir Kokorev, Julia Kokoreva y su hijo Igor), fueron detenidos en 2015 en Panamá y extraditados a España tras una investigación iniciada en el año 2008 a raíz de una querella presentada por la Asociación Pro Derechos Humanos contra buena parte del gobierno guineano por presunto blanqueo de capitales. El objetivo es conocer la procedencia de 26 millones de dólares de dinero público en las cuentas de los Kokorev procedentes de Guinea. Tras su extradición, los Kokorev permanecen en prisión.

La defensa asegura que la escasa información que tienen sobre el caso es gracias a los pocos datos que ofrece la petición de extradición y están convencidos de que los Kokorev padecen indefensión.

Hasta el momento, el matrimonio ha intentado demostrar que sus ingresos proceden de la venta de embarcaciones en África. El juzgado sigue manteniendo que esas transacciones no existieron y que Vladimir sería el testaferro de dictador Obiang.

El periodista Alfonso Merlos está liderando la investigación sobre el caso en nuestro país a pesar de la poca repercusión mediática que está teniendo la causa. Merlos dice que “no es fácil justificar ante la opinión pública ni ante ninguna instancia que una persona de 65 años con graves problemas de próstata, cardiovasculares y respiratorios, que ha sido intervenido quirúrgicamente y que necesita ayuda para ir al baño y hacer sus necesidades, pueda fugarse de España. A más abundamiento, cuando siempre ha manifestado su voluntad de colaborar con la justicia”.

El periodista considera que existe una “violación de derechos fundamentales porque cuando se ha presentado toda una colección de contratos y facturas para justificar un patrimonio sospechoso, la juez ha señalado que seguirá investigando hasta encontrar un origen ilícito. Se les está exigiendo a estos ciudadanos que prueben su inocencia. Se les está mandando el mensaje de que hasta que no persuadan a la juez, al fiscal y a la Audiencia Provincial de que son inocentes, seguirán en prisión. El mensaje es demoledor en un Estado democrático de derecho. Es una condena preventiva y anticipatoria”, subraya Merlos.

La principal clave en el caso es la figura de un abogado panameño llamado Ismael Gerli que trabajó para el matrimonio, y que ahora mismo es testigo protegido. Gerli está imputado en su país por falsedad documental y se le investiga por la adquisición fraudulenta de propiedades de los Kokorev. Vladimir Kokorev cree que el motivo de su detención en España se debe a una declaración no verídica del abogado.

El debate en torno al caso de los Kokorev surge porque la Ley contempla que no se puede imponer en casos como éste una prisión preventiva que podría superar la condena final, convirtiéndose así en una pena anticipada, algo que ha sido condenado repetidamente por las más altas instancias judiciales.