El Partido Feminista de España se pronuncia sobre el aborto accesible en Europa
Denunciamos la insuficiencia del mecanismo de la UE para el acceso al aborto «Mi voz, mi decisión»
ELDIGITALDECANARIAS.NET/Madrid
La Comisión Política del PFE expone que:
Ante la reciente aprobación por el Parlamento Europeo de un mecanismo de financiación para facilitar el acceso al aborto seguro, desde el Partido Feminista de España expresamos nuestro reconocimiento al impulso político, pero realizamos una denuncia contundente sobre su profunda insuficiencia. Lo que se presenta como un avance solidario es, en realidad, un parche que consolida la desigualdad y mercantiliza un derecho fundamental, renunciando a la Europa social y feminista que prometieron construir.
Denunciamos que se prioriza un mercado transnacional de salud sobre el derecho universal. El mecanismo, de carácter voluntario, se limita a subvencionar con fondos públicos europeos la movilidad de las mujeres hacia países con leyes más permisivas. Esto, en la práctica, significa que el dinero de toda la ciudadanía europea financiará clínicas privadas en los países proveedores, fomentando un lucrativo negocio transfronterizo en torno a la vida de las mujeres. Se institucionaliza así un «derecho de pago» para quien pueda viajar, en lugar de garantizar un derecho universal en la sanidad pública de cada país. La UE está eligiendo crear un corredor sanitario privado en lugar de obligar a los Estados a cumplir con sus deberes.
Denunciamos la absoluta falta de ambición para atajar la raíz del problema. La propuesta ignora deliberadamente la causa estructural: la negación activa del derecho al aborto seguro y legal en varios Estados miembros. En lugar de emplear todos los instrumentos legales y políticos para exigir el cumplimiento de los derechos humanos y armonizar las legislaciones, la UE opta por un paliativo caro e injusto que perpetúa un mapa de dos velocidades. Mientras, millones de mujeres seguirán sometidas a leyes coercitivas en sus países. El mensaje es claro: la UE prefiere externalizar la solución antes que enfrentarse a los gobiernos que vulneran derechos.
Denunciamos que se renuncia a la sanidad pública como garante del derecho. Nuestra exigencia es clara: la interrupción voluntaria del embarazo debe realizarse en la red hospitalaria pública de cada país, integrada en su sistema nacional de salud. Cualquier financiación europea debe ir dirigida exclusivamente a fortalecer los servicios públicos, no a desviar fondos hacia proveedores privados. Este mecanismo, tal y como está diseñado, desangra y debilita el principio de sanidad pública universal, favoreciendo su privatización encubierta. No queremos que se haga negocio con nuestra salud.
Denunciamos la hipocresía de una «solidaridad» que no garantiza derechos. Preguntamos con contundencia: ¿Cómo puede la UE llamar «solidaridad» a obligar a una mujer a un viaje traumático, costoso y logísticamente imposible para muchas, lejos de su entorno de apoyo? La verdadera solidaridad no es un bono para ir a abortar a otro lado; es garantizar que ninguna ciudadana europea sea ciudadana de segunda por el lugar donde reside. El objetivo no puede ser «prevenir abortos inseguros», sino «garantizar abortos seguros, legales y públicos» en todo el territorio de la Unión.
Por todo ello, exigimos:
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Que la Comisión Europea, en lugar de desarrollar este mecanismo mercantilista, presente una Directiva marco sobre salud y derechos sexuales y reproductivos que garantice el acceso al aborto en la sanidad pública en todos los Estados miembros.
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Que se condicione cualquier ayuda financiera europea en materia de salud a que los Estados garanticen y amplíen la prestación pública de este derecho.
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Que el Parlamento Europeo rectifique y emplee su fuerza para impulsar una legislación vinculante que armonice el derecho al aborto en la UE, superando la lógica de los mínimos comunes y la solidaridad como limosna.
Una Europa que se precie de defender los derechos fundamentales no puede construir «derechos bajo coste» para las más vulnerables.
Exigimos una Europa que no mercantilice, sino que garantice. No queremos caridad, queremos justicia.
Aborto Sanidad Pública y Universal en Europa
Mi Voz Mi Decisión No es un Producto
Solidaridad No Es Mercado