Luis Campos sostiene que la lucha contra el desperdicio alimentario es una necesidad

El portavoz parlamentario de NC mantiene que razones económicas, ambientales, de justicia social y éticas exigen tomar conciencia de este grave problema

EDDC.NET / Las Palmas de Gran Canaria

El portavoz parlamentario de Nueva Canarias (NC). Luis Campos, sostuvo en comisión, que la lucha contra el desperdicio alimentario es una necesidad. El diputado del grupo canarista progresista mantuvo que razones económicas, ambientales, de justicia social y éticas exigen tomar conciencia de este grave problema. Campos alentó a comenzar a trabajar desde los hogares, uno de los espacios donde más alimentos se echan a la basura, para implicar a todos los agentes de la cadena alimentaria.

Durante la comparecencia solicitada a la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Alicia Vanoostende, el portavoz de NC ilustró la dimensión del asunto debatido con datos globales, estatales y de Canarias.

Según el programa de medio ambiente de las Naciones Unidas, de forma estimativa a la baja, 931 millones de toneladas de comida útil para el ser humano al año terminan en los vertederos. Esta cantidad se eleva a 2.500 millones de toneladas anuales, según el Fondo Mundial para la Naturaleza, si se tiene en cuenta los productos que, en la fase de la cosecha, se desaprovechan.

En el Estado, y sólo en el hogar, acaban en el cubo de la basura 1.300 millones de kilos de comida. Canarias, con datos publicados y correspondientes a 2016, el 17% de los ciudadanos  desperdician alimentos, el segundo mayor porcentaje estatal, superado por el 18% de Andalucía.

A nivel global, el desperdicio de alimentos supone el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los recursos consumidos suponen, entre 1.200 y 1.500 millones de toneladas de viandas tiradas en la fase de la cosecha. Es decir, 4,4 millones de kilómetros cuadrados de tierra agrícola necesaria para producir alimentos y 360.000 kilómetros cúbicos de agua, que terminan en los contenedores.

El equivalente, según NC, al terreno que ocupa el subcontinente indio cultivado o a 304 millones de piscinas olímpicas para regar que terminan como residuos. En términos económicos, un billón de euros anuales mientras que 811 millones de personas en el mundo pasan hambre.

Tras desgranar todos estos datos, Luis Campos declaró que la lucha contra el desperdicio alimentario es una “necesidad y un imperativo” desde el punto de vista económico, ambiental, de justicia social y ética. Subrayó la relevancia de tomar conciencia desde el hogar, uno de los lugares donde más se desperdicia y crece este comportamiento en verano, pasando por todos los agentes de la cadena alimentaria.   

Saludó y defendió el proyecto de ley que, próximamente, comenzará a tramitarse en las Cortes Generales sobre la prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario. Una propuesta legislativa, cuyas medidas no son novedosas pero que pueden cambiar los usos y costumbres de todos los implicados en la cadena de valor, según afirmó.

Desde los comercios al por menor y grandes superficies con la disposición, en los lineales, de productos “feos o poco atractivos” a un precio distinto. La “obligación” para la restauración, detalló, de ofrecer la comida o bebida sobrante, sin cobrar los recipientes. Cumplir con la legislación europea que insta a tender a llevar el consumo preferente al “máximo” posible “sin perder” las propiedades del producto e invertir en la investigación para lograr este objetivo.

La planificación de las cosechas y, si finalmente, se tienen que retirar los productos, en opinión de Campos, se debe actuar con una jerarquía. Primero, para el consumo de las personas a través de la donación o transformación de los productos. En segundo lugar, el alimento o producción de piensos para los animales y, en tercer lugar, para generar compost o biocombustible.

Un problema “integral” que implica a la lucha contra el cambio climático, la ley de residuos, la economía circular, la agenda 2030 de la ONU y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los principales para el portavoz parlamentario de NC.