La concejalía de Urbanismo en Candelaria es un caos total
4 concejales de urbanismo desde el año 2015, entre los que está incluida la alcaldesa, no han sabido resolver la situación de colapso que tienen las dependencias municipales
EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife
La concejalía de urbanismo, timoneada actualmente por Reynaldo Triviño, último en llegar a estas dependencias no ha sido capaz de agilizar el destrozo de la administración candelariera desde que gobernara Sindo siendo el responsable del área Domingo Ramos.
Desde el año 2015, cuando toma posesión Mary Brito se encontró con una concejalía de Urbanismo la cual se caracterizaba por los escándalos urbanísticos producidos por Domingo Ramos, inhabilitado por lo mismo, pero si se debe destacar que no se tardaba tanto en dar respuesta a la ciudadanía con respecto a los trámites administrativos correspondientes a dicha concejalía.
Actualmente, informes de alineación y rasantes que tardan 9 meses, licencias de obra mayor que tardan más de 12 meses, 3 meses para una licencia de obra menor para enganche de agua, informes urbanísticos más de 6 meses, citas telefónicas con los técnicos municipales más de 3 meses y un sinfín de inconvenientes.
Debemos recordar que el Ayuntamiento de Candelaria, mientras tuvo 9.000 habitantes disponía de 9 técnicos municipales y en la actualidad nos encontramos con más de 30.000 habitantes donde solo contamos con 5 técnicos municipales a los cuales se le han asignado competencias distintas y cada uno atiende lo suyo. No digamos cuando alguno está de baja médica, vacaciones, asuntos propios, etc.
Destacar que en la actualidad, debido a la ubicación estratégica de la Villa Mariana y al buen clima con el que goza el municipio muchas son las personas que deciden instalarse en el municipio queriendo hacer la vivienda de sus sueños teniendo como principal impedimento el papeleo que conlleva realizar una casa familiar y el tiempo que se pierde. Desde el primer papel presentado en registro de entrada hasta conseguir una licencia de obra mayor puede transcurrir año y medio, impidiendo así la creación de empleo, impidiendo que la gente tenga la vivienda ansiada, impidiendo así que el municipio crezca, impidiendo también, porque no decirle, incluso que el ayuntamiento recaude un dinero que puede ser utilizado en mejoras de servicios e instalaciones, algo tan esperado en Candelaria.
Destacar que a través de la concejalía de urbanismo se recauda un porcentaje importante del dinero que entra a las arcas municipales casi paralelo a la recaudación de tasas e impuestos. Dinero que podría ser utilizado en beneficio de todos los habitantes.
En muchas administraciones han priorizado la actividad y el trabajo en estas áreas municipales debido a la importancia que genera que cada familia pueda tener su hogar en el lugar que quieran y el grupo de gobierno debería priorizar este tipo de gestiones facilitando al contribuyente los pasos a seguir, abreviando los plazos y la gestión.
En el caso de la concejalía de urbanismo se ha convertido en el brazo ejecutor de todo prohibido. Empezando por un plan general de ordenación urbana, el cual tocaba su revisión en el año 2017 y que a día de hoy ni se tiene ni se espera. Unas medidas que se tomaron en el año 2006 plasmadas en un documento absurdo, falto de infraestructuras y lleno de unidades de actuación que jamás se ejecutarán, dejando esos espacios y esos suelos sin desarrollo.
Sin embargo, a la hora de sancionar por obras necesarias que los vecinos ejecutan donde el papeleo sale más caro, que la obra de primera necesidad, se ven en la obligación de llevar a cabo sin los permisos correspondientes con la sanción administrativa la cual se ejecuta de forma inmediata.
No debe sorprendernos que en pro de las elecciones a celebrar digan que “lo estamos haciendo” o “estamos trabajando en ello”. Frases heredadas del grupo de gobierno timoneado por Sindo.
A esta concejalía le daremos el premio Limón Amargo, por la falta de personal y por la falta de gestión.