Un médico que trabaja en un centro en San Eugenio y la empleada de una farmacia de la misma zona, claves para la trama policial de las Viagras

Los agentes que las venden, tienen asegurado por ambos el suministro

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

La trama de los agentes municipales ‘corruptos’ de Adeje, dedicados a la venta de pastillas de Viagra de manera clandestina no sería posible sin la complicidad de un médico y de una empleada de una farmacia, ‘amigos’ de estos policías locales, que han conseguido además que numerosos compañeros de otras fuerzas y cuerpos de seguridad sean cómplices de estos lamentables hechos, al convertirse en clientes habituales.

La habilidad de estas dos personas es la que ha permitido que este grupo de policías pueda tener acceso a estas pastillas de manera continuada, ya que se expiden las recetas a nombre de distintas personas, algunas de ellas, desconocedoras de esta situación y que por otro lado, jamás realizaran cualquier tipo de reclamación, si se enterarán.

El médico, ciudadano extranjero y amigo íntimo de uno de ellos, es el que, aprovechando su trabajo en un centro en la zona de San Eugenio, es el que les proporciona las recetas. Pero no solamente tienen cubierta esta fase, sino que cuando van a la farmacia, pueden hacerlo, cuantas veces quieran, porque allí, otra amiga es quien  se las despacha, por lo que está todo bajo control.

Dado que los controles en la sanidad pública son mayores y ante estas situaciones fraudulentas es por lo que se han ido a un médico privado, lo que les da, más garantías, si cabe, de no ser nunca descubiertos.

A día de hoy la única reacción a toda esta trama, ha sido la de algunos agentes de la Guardia Civil. El Ayuntamiento de Adeje es una casa silenciosa, un silencio que otorga los más malos pensamientos respecto de Jefatura y Alcaldía. En su tejado, están, nunca mejor dicho, estas pelotas o sería mejor, pastillas.