Empresas de todos los sectores se preparan para el pago con tarjeta

Este cambio de paradigma era algo esperable, debido a la evolución de la economía internacional y del comercio digital

EDDC.NET/Madrid

Pagar con tarjeta se ha impuesto en los últimos años. Ya sea con débito o crédito, el dinero de plástico se usa cada vez más, en detrimento de la moneda o el billete, que cada vez se ven menos, especialmente entre las generaciones más jóvenes.

Esto ha hecho que empresas de todos los sectores en nuestro país hayan tenido que adaptarse para responder a la demanda de micropagos con este sistema: desde adquirir datáfonos y optimizar la facturación digital hasta comprar los suficientes rollos de papel para la impresión de los justificantes de pago son tareas que se han tenido que sumar al día a día de empresas y comercios.

Este cambio de paradigma era algo esperable, debido a la evolución de la economía internacional y del comercio digital, pero algunas causas han hecho que el proceso se acelere muchísimo más de lo esperado. ¿A qué se debe esta apuesta clara por el pago con tarjeta?

La pandemia: el gran momento de cambio

La principal recomendación durante la pandemia de la Covid-19 fue la de mantener el contacto cero lo máximo posible. Esto hizo que en la mayor parte de las transacciones que se hacían en comercios físicos se recomendara el pago con tarjeta.

Especialmente, desde los sectores políticos y sanitarios se incidía en la idea del uso del contactless, una aplicación que permite abonar cualquier cantidad solo pasando la tarjeta por encima del datáfono, sin apenas tocarlo.

Sin duda, esto hizo que los usuarios se acostumbraran a pagar con este sistema, pero también que las empresas que todavía no admitían este tipo de cobros los implementaran, para mayor comodidad y seguridad.

La tecnología inteligente lo acelera todo

Otro motivo de cambio ha sido la llegada de la tecnología inteligente a nuestras vidas. Y es que el cobro con datáfono ya no se hace solo con la tarjeta física, sino que incluso es posible utilizar el móvil o distintos wearables del mercado.

Cada vez es más común que los clientes usen su reloj o incluso su anillo para realizar pagos sin tener que llevar la tarjeta encima. Para ello, el único condicionante es que la empresa tenga un datáfono preparado con un rollo de papel para hacer el cobro.

El porcentaje de usuarios que se suma a estas fórmulas va creciendo día a día, por lo que las empresas tienen que adaptarse para no quedarse fuera de la ecuación y seguir resultando atractivas para el gran público.

Los micropagos

Todo este contexto ha generado un hábito que hasta hace unos años era impensable en cuanto al pago con tarjeta: los micropagos. Comprar una bolsa de golosinas, el pan o pagar un café o una cerveza con dinero de plástico antes no era posible, pero hoy sí: el usuario lo exige y el empresario lo ofrece.

De este modo, solo las empresas que están preparadas para dar esta respuesta están posicionándose como las favoritas de los clientes y, por tanto, diferenciándose de la competencia. Y para ello no hay que hacer demasiado. Activar el sistema de cobro con tarjeta, contar con un datáfono, rollos de papel suficientes para entregar el justificante de pago y listo: ya forma parte del futuro del comercio en España.