WC portátil: el producto que ha subido de ventas en un verano diferente

Pocos podrían haber vaticinado que este elemento sería la revelación del turismo 

EDDC.NET/Madrid

Después de meses de encierro, las principales ciudades del mundo se empiezan a encaminar hacia una etapa donde hacer turismo e interactuar con propios y extraños cambiará radicalmente.

Radicalmente diferente también es la elección de los destinos para pasar las vacaciones, donde un curioso elemento portátil ha sido el predilecto por quienes han optado por despejar su mente en compañía de ambientes naturales.

El turismo después de la cuarentena

Aunque los aeropuertos más importantes empiezan abrirse hacia el turismo internacional y las principales agencias de viaje ofrecen descuentos irrisorios, lo cierto es que la mayoría de las personas han optado por hacer turismo nacional en vista de las extraordinarias circunstancias de este verano.

Las zonas elegidas no son otras que las naturales, donde el llamado turismo activo es el centro de atención. Este último es aquel donde el turista interactúa de manera activa con la naturaleza, bien estableciéndose en lugares de esparcimiento cerca de esta o explorando sus principales atributos.

Y es que en un verano donde los vuelos han bajado mucho la gente ha preferido hacer turismo nacional, yendo a campings, alquilando caravanas o haciendo rutas con su coche. Y esto han hecho que productos como el wc portátil aumenten de forma considerable sus ventas

Pocos podrían haber vaticinado que este elemento sería la revelación del turismo para esta temporada, pero dadas las condiciones, su utilidad ha marcado el ritmo de miles de personas que finalmente han podido explorar más allá de unas cuantas calles de su residencia durante los últimos meses.

Prácticos, versátiles, con diferentes modelos para elegir y de diferentes tamaños, los váteres portátiles son el mejor aliado a la hora de explorar la naturaleza. Aunque su popularidad no es reciente,  las condiciones del turismo post pandemia han disparado el número de modelos vendidos las últimas semanas.

El turismo activo y su futuro

Semanas de encierro han incentivado a las personas a optar por alternativas que les faciliten una mayor libertad en sus vacaciones. Debido a las limitaciones que el COVID-19 aún impone en el modo de trasladarse, el turismo activo ha sido una sólida elección para que miles puedan liberar el estrés y la tensión acumulada desde entonces.

Entre las principales opciones para descansar, las que han marcado la tendencia han sido las siguientes:

  • Campings: después del turismo rural, los campings han sido el principal foco para que las personas despejen la mente después del confinamiento. Aunque para junio el sector aún estaba a 0, los meses de julio, agosto y principios de septiembre han arrojado cifras similares a las del año pasado. Este aliciente contrasta con las pérdidas que han sufrido otros sectores como el de la hostelería.
  • Caravanas: el auge de esta variante del turismo activo le ha valido ya su propia etiqueta: turismo de caravana. Según José Manuel Jurado, presidente de la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar), el sector ha crecido un 44,8 % si se contrastan con las cifras del 2019.
  • Recorrido en coche: para quienes el alquiler de caravanas o furgonetas no resulta atractivo, la alternativa ha sido recorrer las principales zonas naturales del país o la comunidad en su coche. En cualquiera de las tres alternativas, un váter portátil es de gran ayuda, sobre todo si se viaja en compañía.

En cuanto a las actividades predilectas de los turistas encontramos el montañismo, la escalada, el senderismo, el descenso de ríos y deportes como el ciclismo de montaña y el kayak.  Todo cuanto permita una cierta actividad o despejar la mente contribuye a hacer a un lado las secuelas del confinamiento.

Un futuro impredecible

Las principales aerolíneas, agencias de viaje, hoteles y lugares turísticos han sufrido pérdidas millonarias debido a las restricciones de la pandemia. Aunque algunas de estas ya empiezan a ver la luz al final del túnel, lo cierto es que el futuro es más impredecible que  nunca.

Todo esto a raíz de las incertidumbres de rebrotes que obliguen a implementar restricciones locales, la demora en la distribución de una vacuna, el ahorro por el cual han apostado la mayoría de los turistas y la preferencia de optar por regiones locales.

Según el informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), durante los primeros 5 meses de 2020 se registraron pérdidas de 320.000 millones de dólares. A pesar de las opciones mencionadas, el informe vaticina que para finales de año las pérdidas podrían oscilar entre los 910.000 millones de dólares y 1,2 billones.

Las regiones que aún están en vías de desarrollo representan el mayor riesgo, mientras que los países del primer mundo pueden hacer frente a esta disyuntiva con mayor serenidad. De cualquier modo, una reestructuración total, ajuste de la nómina y números poco alentadores para los meses siguientes marcan el itinerario en todos los sectores.

A la espera de un control total de la pandemia, tanto turistas como empresas deben adaptarse a esta nueva forma de disfrutar de las vacaciones. Los efectos verdaderos no serán apreciables hasta que finalice el año, aunque para entonces conviene aprovechar cualquier resquicio de paz que ayude a aliviar la tensión de las secuelas del virus.