La inversión activa, cada vez más popular entre los inversores
Actualmente, nos encontramos en un momento económico mundial en el que todo puede pasar
EDDC.NET/Madrid
La popularidad de la inversión pasiva (comprar activos indexados que replican activos subyacentes, como índices bursátiles) es cada vez menor en nuestros días. Y es que, según algunas voces expertas, está en proceso de perder fuelle. En este artículo, vamos a repasar brevemente los motivos de este cambio entre los inversores y cómo podemos aprovechar todo lo que nos ofrece una estrategia de inversión activa de nuestros ahorros.
El escenario mundial actual está favoreciendo un cambio de paradigma
Incertidumbre en los mercados. Inyecciones masivas de dinero por parte de los bancos centrales. La posibilidad cada vez más real de un desplome de unos mercados financieros que llevan ya años vitaminados con esteroides. Estos son apenas tres indicadores que están propiciando que cada vez sean más los inversores que abandonan la inversión pasiva para pasarse a la activa.
La gran diferencia entre ambos estilos de inversión: la versatilidad
Actualmente, nos encontramos en un momento económico mundial en el que todo puede pasar. Los principales mercados bursátiles se encuentran en máximos históricos dentro de un periodo de grandes dudas. ¿Y si la situación se gira de repente en contra de los inversores pasivos? No olvidemos que suelen contratar productos de inversión que se limitan a replicar pasivamente la cotización de los grandes índices bursátiles.
Aquí entra en acción la versatilidad de la inversión activa. Gracias a productos como los CFD (siglas en inglés de contratos por diferencias), los inversores pueden obtener resultados positivos tanto en mercados alcistas como bajistas. Y, además, usando apalancamiento financiero según su apetito de riesgo. Por ejemplo, si creemos que el Nasdaq estadounidense va a caer, podremos abrir una operación de venta con CFD para tener la posibilidad de obtener algún beneficio en ese escenario adverso para un inversor pasivo.
Fuente: Pixabay
La inversión activa también permite aprovecharse de los tirones sectoriales y de los movimientos de activos contracíclicos. Por ejemplo, cada vez rinden mejor en los mercados las empresas que apuestan firmemente por la responsabilidad medioambiental. ¿Y qué decir de activos revolucionarios como las criptomonedas, que ofrecen rendimientos históricos ciertamente asombrosos? Pues bien, estas oportunidades difícilmente pueden capitalizarse con una estrategia que se limite a una mera gestión pasiva.
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La gestión activa posibilita una gestión financiera exitosa incluso en escenarios adversos
Como acabamos de ver, la gestión activa con productos versátiles como los CFD en mercados de todo tipo nos da una gran libertad incluso en coyunturas financieras complicadas como la actual. Al final, con la gestión pasiva estamos un poco a merced de la dirección alcista únicamente. La posibilidad de obtener buenos resultados en esos escenarios solo es posible con una gestión activa.
En resumidas cuentas, parece que los días de comprar un fondo de inversión indexado y olvidarse de él confiando en unos beneficios más o menos abultados llegan a su fin. Decantarse por estrategias activas, con uso de instrumentos financieros versátiles como los CFD en mercados de todo tipo, es cada vez una opción más popular entre los inversores.
