Fallece el escritor Horacio Bacallado, autor de ‘Tablero de las sombras’

Escritura entre las nubes le rindió un improvisado pero emotivo homenaje 

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

El escritor tinerfeño Horacio Bacallado falleció el pasado martes 6 de diciembre, por la mañana, en su domicilio de La Laguna, como consecuencia de la larga enfermedad que padecía. El autor de una deslumbrante obra literaria inédita había publicado recientemente el libro de microrrelatos y dibujos ‘Tablero de las sombras. Primera sección’. Además durante el pasado mes de septiembre ofreció una muestra de reproducciones en lienzos de sus dibujos en la Sala de Exposiciones de la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC). Sus familiares, amigos y personas del mundo de la cultura lo han despedido en el tanatorio de Servisa, en Santa Cruz de Tenerife.

Horacio Bacallado dejó escrito el siguiente comentario en torno a su obra ‘Tablero de las sombras’: en ella, «bullen mis egos, mis yos, mis ellos y hasta mis ellas, aunque estas últimas andan desparramadas por los textos. A todos les he puesto nombre para gozo y desenfreno de mi grandiosa soledad. Son muy cortitos. No quiero intentar expresar lo que está reflejado en los dibujos, que son la antesala de las sombras, la antesala de lo inexpresable, lo que ningún escritor logrará nunca expresar: esa obra total que nunca existirá».

Asimismo, en su ópera prima, ‘Tablero de las sombras’, Horacio Bacallado contaba sobre sí mismo: «nací un primaveral seis de mayo de 1957. Fui un niño retraído que gustaba de leer e, incluso, de escribir. Fantasías se arremolinaban a mí alrededor. Luego me hice mayor y decidí empezar Geografía e Historia pero no la terminé. Tuve la enorme fortuna de convertirme en bibliotecario de la Universidad Laboral. Tuve amores. Y desastres. Soy chicharrero y lagunero a partes iguales. Me fascinan los libros. Siempre me gustó leer y degustar lo que leía. Son muchos los autores que he devorado. Me encantan aquellos que crean mundos fantásticos con historias antiguas. Me declaro poeta, eso significa que todo el tiempo mi cabeza está inquieta y pasmada, curioseando, buscando enigmas, patrañas y revoltijos. Nunca he dejado de escribir pero solo publiqué en los tiempos mozos en fanzines y revistas muy, muy marginales. En mi baúl de los cadáveres hay muchas cosas viejas, otras están repartidas por el mundo. De todo eso algo hay que merece una sonrisa, algo hay que merecería ir a la papelera, algo hay que merece una hoguerita...».

El autor le expresó a la editora de Escritura entre las nubes, Elena Morales, durante su último acto público, su deseo de ver publicado el resto de su obra, algo que, por desgracia, no llegó a suceder a tiempo. La editorial le rindió un improvisado pero emotivo homenaje en el exconvento San Sebastián, en el marco del Festival Internacional de Cuentos de los Silos.