Incineración de residuos en Canarias, de vuelta a la casilla de salida
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Él dice que no se ha escondido para hablar de sus intenciones respecto a la implementación de la incineración de residuos en Canarias (que en verdad no entiendo por qué habría de esconderse porque que yo sepa aquí no se han puesto bombas lapa jamás), pero Mr. Google la verdad es que da cero resultados cuando uno introduce «Pablo Montañés Ríos incineración residuos». Que yo me enteré hoy, por la radio, pero tampoco soy la persona más informada del planeta. En absoluto.
De todas formas lo que llama la atención sobre esta vuelta a la casilla de salida, en el caso de Tenerife esto se intentó a finales de los 90 con una macro incineradora para quemarlo todo que nos hubiera metido en un follón descomunal. Imagínense que este hombre habla de quemar el 10% de lo que se genera y en ese momento lo que se planteaba era quemar el 90% en especie de barbacoas industriales tipo La Palma, donde se instalaron dos que Europa denunció inmediatamente pese a haberlas financiado. Modelo incineración palmero que, tristemente, supuso echar tierra sobre un plan de residuos ejemplar que hubiera sido un referente a nivel del estado hay ya de eso, qué sé yo, unos 30 años o así.
No obstante el discurso triste y caduco del señor Montañés este jueves en La Diez Capital Radio, en el programa en el que habitualmente interviene Wladimiro y que cuando puedo suelo escuchar porque el hombre todavía habla de asuntos terrenales, deja ante todo claro que nos encontramos ante otra legislatura perdida donde se discutirá sobre incineración y poco más. Que supongo que tampoco tanto porque Coalición Canaria siempre ha sido de quemar y el PSOE siempre ha utilizado el ‘no a la incineración’ políticamente pero a ver con qué nos sorprende ahora cuando intentó colárnosla en Tenerife la pasada legislatura, ¡residuos cero 2025 prometía Valbuena y Molowny para la isla de Tenerife en 2016! Y el hecho es que en vísperas, como reconoce la propia presidenta del Cabildo, estamos peor que nunca en la historia y con el servicio en manos de Molowny otra vez, hombre de Coalición Canaria al que Valbuena encumbró por filias y fobias en su momento poniendo de patitas en la calle al responsable del Plan de Residuos (PTEOR) del 2009 que todos enterraron, como un residuo más, a la media hora de haberlo aprobado por la unanimidad del pleno. ¡Ni para la foto!
Montañés se queda medio parado, ver el vídeo, cuando habla del porcentaje de residuos que se entierra en Canarias porque ni corto ni perezoso se refiere a un 40% que no está ni en sus mejores sueños porque todo lo que sea hablar de cifras por debajo del 80%, por ser prudentes, es pura invención. También se refiere a lo peligrosísimo que es ese 10% que quiere quemar si se entierra, otro invento puesto que una incineradora de residuos urbanos jamás en la vida puede quemar nada que sea peligroso para la salud de las personas, tremenda chorrada que se inventa. De hecho el problema de los residuos en Canarias en absoluto tiene que ver hoy día con ese 10%, el problema está en lo que él olvida que es todo lo demás que gestionamos desastrosamente, especialmente la materia orgánica.
Y sí, le llena a uno de ternura oírlo hablar de los finlandeses que queman la basura por barrios, claro que después se le escapa que usan 9 contenedores distintos y hay uno específico para incineradoras, de la que aprovechan el calor directamente por razones obvias, donde se incineran pues básicamente restos de madera que es lo mismo que usan en sus chimeneas para no morir congelados. Una anécdota parecida me pasó a mi hace más de 20 años en Tajao en una actividad relacionada con la oposición vecinal a la macroincineradora, el hombre preguntó que qué hacíamos allí e inmediatamente dijo que eso no era un problema porque en su país las había. Claro que cuando le comentamos que la intención, en ese momento era así y ahora al final será parecido también, era quemar residuos en masa (sin selección previa) el hombre se echó las manos a la cabeza porque efectivamente, hay incineradoras pero también un cubo específico donde se introduce lo que se puede quemar.
En el Puerto de la Cruz, municipio donde el tal Montañés tuvo responsabilidades en gestión de residuos y que es turístico (más generación de residuos por habitante), se recogieron el año pasado 15,2 Kg por habitante de envases ligeros (en el entorno de los 100 kg debe estar la cifra de los que se generaron), según datos Ecoembes que a alguien se le escapó ‘Ecoevendes’ en la entrevista, y Oñati (perteneciente a una mancomunidad guipuzcoana de las que él critica por ser de Bildu, ya se sabe PP-ETA y todo ese rollo…) recuperó 42,9 Kilogramos por barba con el sistema puerta a puerta que para nuestro hombre es carísimo, supongo porque crea más empleo y destroza los intereses de las multinacionales del sector que lo que quieren es decenas de camiones, con un conductor que ya buscarán la forma de suprimir también, dando vueltas todo el día por todas partes.
Y es que cuando oyes a alguien decir que al ciudadano no hay que ponérselo difícil, entendiendo por difícil separar la basura y poner en la puerta una fracción distinta cada día (o cuando indique el calendario) como se hace en media Europa es que nos encontramos ante más de los mismo. Lo caro, ya lo veremos en pocos meses cuando al Cabildo le prohíba Europa seguir subvencionando la tasa por verter residuos reciclables en Arico, es seguir como hasta ahora ambiental, social y económicamente hablando. Quemar el 10% y poner eso como prioridad es un absurdo porque incinerar no sólo es carísimo (las tasas de Mallorca cuadruplican a las nuestras pero de eso no interesa hablar) sino que lo que el señor Montañés predica de que no genera absolutamente nada, sólo un poquito al aire, es un invento porque lo primero que necesitas para incinerar es una celda de vertido de alta seguridad para las escorias, que eso sí que es peligroso.
En fin, lo dicho, escuchar a este señor (ya le había oído en alguna Comisión de Residuos y la impresión fue parecida) básicamente le lleva a uno a la triste conclusión de que pasados los tiempos del desastre Valbuena, cuyo único gran éxito -con la ayuda de Podemos- fue el de echarnos de la Comisión de residuos que contribuimos a crear; nos encontramos con otros cuatro años perdidos porque no se nos puede poner difícil las cosas a la hora de manejar nuestros residuos. Vamos, que somos más torpes y menos civilizados que la mayoría de los vecinos de esa Europa a la que decimos pertenecer y de la que cada vez nos vamos alejando más. En materia de residuos clarísimamente y con consecuencias indeseables desde todos los puntos de vista, desde el económico también en forma de tasas y multas.
jjafonso