El PSOE reclamará al alcalde responsabilidades políticas en el pleno extraordinario sobre el Lago Martiánez

El 29 de mayo será la fecha en la que se debe aclarar qué ha venido pasando 

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife 

Agotando todos los plazos, finalmente el pleno que solicitaron los socialistas portuenses para saber qué está pasando en el Lago Martiánez ya tiene fecha. Será el 29 de este mayo cuando por fin se pongan de manifiesto “las irregularidades que se vienen produciendo en el complejo de Martiánez sin que el alcalde, máximo responsable, haya hecho nada para remediar el desaguisado al que asiste abochornada la ciudadanía portuense”, considera el portavoz socialista Marco González. “El alcalde debe este silencio cómplice a que está atado de pies y manos por su pacto con Coalición Canaria que es el que le aupó y le mantiene en el poder”, señala González.

“Ya el alcalde está dejando bastante claro con su actitud que este tema no le interesa para nada. Para los socialistas se trata de un asunto de primera magnitud no sólo en lo económico sino en la imagen que queremos dar de nuestra ciudad”, enfatiza González, que subraya además el malestar de la ciudadanía porque este asunto no se resuelva cuanto antes. “La estrategia de Lope Afonso de dejarlo todo en manos de los tribunales condena al municipio a meses o incluso años de incógnitas judiciales, cuando lo que está en juego es la buena gestión municipal de sus instalaciones”. 

Los socialistas vuelven a criticar que el alcalde se intente lavar las manos dejándolo todo en un mero asunto de investigación judicial. “Más allá de que la investigación siga su curso, se han puesto de manifiesto irregularidades en la gestión del Lago que deben ser depuradas por la dirección política del municipio, que si no ejerce o no quiere ejercer el alcalde, la ejerceremos desde el pleno”. Y aquí es donde los socialistas quieren poner el acento. “Hay un déficit muy claro en esta gestión que pone en peligro de colapso la joya del municipio”, recalca González, “cuya responsabilidad recae tanto en el alcalde como en los dos concejales delegados, tanto Sandra Rodríguez de Patrimonio como Pedro González de la empresa pública Pamarsa”. 

Los socialistas señalan a Sandra Rodríguez como responsable directa de los capítulos que poco a poco se van conociendo de la historia de lo vivido en estos últimos años en el complejo de piscinas, un auténtico serial para bochorno de la ciudadanía portuense. “El alcalde sigue sosteniendo ese circo de tres pistas que ha venido montando Sandra Rodríguez en el Lago que degrada y contamina la imagen de la ciudad”, explica González.

Asimismo los socialistas rechazan la caza de brujas que en los últimos meses se está llevando a cabo en las instalaciones municipales por parte del concejal delegado de Pamarsa, Pedro González. “No se puede ejecutar una gestión del personal con el móvil en ristre sacando fotos a diestro y siniestro como si esto fuera el oeste americano”, señala González. “No necesitamos ningún sheriff en el municipio, sino personas con la formación y el talante para que en el Lago la actividad laboral se lleve a cabo de una forma adecuada”, insiste el portavoz socialista.

“Precisamente estas acciones que ponen en entredicho la labor del grupo de gobierno con respecto al personal del Lago son las cuestiones con las que se tienen que acabar para normalizar el ambiente en el Lago”, precisa González. “Los socialistas no vamos a permitir que el Lago se convierta en un espacio donde reine la ley de la selva, donde, en definitiva, el que más manda imponga sus normas a los demás”, continúa el también secretario general de las y los socialistas portuenses, que a la vez recuerda que “esos tiempos pasaron aunque el concejal responsable parece que aún no se ha dado cuenta”. 

Los trabajadores cuentan con sus derechos y la ley los ampara ante actos que socavan su libertad y sus derechos en su ámbito laboral, explican los socialistas. “Es inadmisible que estas prácticas predemocráticas sigan campando a sus anchas en unas instalaciones municipales que deberían ser un modelo de respeto al personal laboral que allí trabaja”, concluye González.