La concejala de Ciudadanos Teresa Berástegui usa su condición política para aparcar ‘donde le da la gana’

Su actitud dejó consternados a todos aquellos que presenciaron el ‘incidente’

EDDC.NET /  Santa Cruz de Tenerife

Teresa Berástegui. La nueva política. Grandes esperanzas para los ‘naranjitos’. La que iba a marcar un nuevo camino en el Ayuntamiento de La Laguna. Nada de eso, sino algo peor. Una política sin conciencia, sin escrúpulos, entregada a sus deseos, cualquiera de ellos que la llene y la motive, un auténtico cáncer político, que ‘mancha’ la marca triunfante de Albert Rivera en el municipio tinerfeño.

Sabemos de lo que es capaz. Tenemos pruebas de su osadía, de sus pasiones ocultas, pero no ha llegado el momento todavía de sacarlo a la luz. Pero mientras tanto, estamos vigilantes, estamos pendientes de quien lo fue todo y ahora busca el modo desesperado de mantenerse, de seguir en el machito.

Hace unos días, la walquiria lagunera se dirigió a una visita a un centro que disponía de un aparcamiento reservado solamente para sus representantes y que hasta el día de hoy nadie se había atrevido a usar. Pero ella, la todopoderosa rubia de Ciudadanos aparcó su coche, sin mosca ninguna.

Cuando se le dijo que no debía aparcar ahí, se quedó como estupefacta. “No sabe quien soy, soy concejala del Ayuntamiento de La Laguna y puedo aparcar donde quiera”. Y se quedó tan ancha, tan dispuesta.

Ya saben ahora todos los ciudadanos laguneros. Una concejala que los representa puede aparcar donde quiera, mientras que ellos pasan horas y horas buscando donde dejar sus coches. Muy fuerte lo de esta chica. Y sigue ahí, cobrando y conspirando. El disparate ha llegado hasta el insólito hecho que Santiago Pérez y Rubens Ascanio barajan la posibilidad de que sea la alcaldesa. Por Dios y por la Virgen, nunca mejor dicho.