La derrota de Yahya Jammed en Gambia y la llegada de la democracia pone ahora todas las miras en Gabón

La comunidad internacional quiere que Bango deje el poder a favor de Jean Ping

M.J.D. / Adeje

Gambia ha significado mucho para la comunidad internacional. Los resultados electorales han dejado claro que África está apostando por los gobiernos democráticos legítimos que apuestan por el desarrollo y no por regimenes autocráticos, plagados de corrupción y que han escamoteado la voluntad popular.

Una de las situaciones que atentan contra la democracia y donde se produjo un golpe de Estado encubierto es la que ahora ejerce en el país africano de Gabón donde las urnas dieron ganador a Jean Ping, pero que no pudo ser investido presidente por culpa de Alí Bango, que impidió, a través de un cada vez más claro fraude electoral, que éste llegase a la presidencia del país.

Pero es ya cuestión de tiempo. Bango cada vez está más aislado en la escena internacional y el último desprecio de Hollande a su persona, no olvidemos que fue colonia francesa, ha dado la vuelta al mundo y ha dejado claro que este presidente no goza del favor de la madre patria y por ende, de la comunidad internacional.

Las investigaciones sobre corrupción en torno a la familia Bango continúan y la población ve enfurecida al igual que la de Gambia, como sus gobernantes viven como reyes y ellos sufren numerosas penalidades.

La victoria de Barrow en Gambia ha sido un espaldarazo a la oposición al régimen de Bango y aumenta las posibilidades de Jean Ping para ser presidente tal como en su día decidió por encima de todo el pueblo gabonés.