¿Un parque acuático sin póliza de asistencia sanitaria en Tenerife?

Pedro González Cánovas (*)

En efecto, suena a escándalo de los gordos, pero es lo que los acontecimientos ocurridos hace poco en el Aqualand Costa Adeje da que pensar.

“…es un universo de toboganes acuáticos de multitud de formas y alturas en los que se pueden sentir sensaciones fuertes” Pueden leer en la página de inicio de su web. Y tanto que se sienten emociones fuertes, sobre todo si tienes que recurrir a su “asistencia médica”.

En el caso que nos ataña, por suerte, hablamos de un adulto. Entró acompañado de su hija, de seis años, en la atracción anunciada como Super Slalom y salió con un golpe y un corte en el codo. Aunque en el momento no dolía, sí que sangraba mucho así que requirió, inocentemente, el servicio “médico”. Éste empleado del Aqualand,  evaluó rápido y resolvió derivarlo a un Centro de Salud. Atentos ahora a la historia.

El ‘médico’ le indicó que debía ir a un hospital urgente y, cuando el afectado le pide que le diera la póliza de asistencia sanitaria del Parque, éste se niega, argumentando que tenía que usar su seguridad social o su seguro privado. El afectado insiste, añadiendo además el problema del traslado, ya que llegó al parque en guagua, con su familia.

Por lo tanto no tenía medio de transporte. Entonces se agrava más la cosa. Los del Aqualand llaman un taxi, le dan instrucciones y le pagan el viaje de ida. Asegurando al herido que si trae factura del de vuelta se la abonan en el momento. Pero siguen negándose a mostrarle o darle el número de póliza del seguro de asistencia sanitaria.

Como la víctima sigue insistiendo, llegan a comentarle que la única manera que el Parque se haga cargo de algo, o que intervenga el seguro, es si  presenta una reclamación.

Es demencial que un centro de atracciones con este aforo, lleno de niños y adultos de todas las edades no tenga cobertura de asistencia sanitaria. Me pregunto si es legal. Y si la tuviera, ¿es legal que se nieguen a dársela a una persona herida en sus instalaciones?

Igual se pregunta la doctora que atendió a nuestro afectado, que se pregunta cada día, ¿por qué le llega tanta gente del Aqualand con su tarjeta de la seguridad social en la mano?

La entrada al Aqualand no es barata y la seguridad y servicio que ofrecen es pésimo, como pueden ver. Ya que, de lo acontecido uno puede deducir que no dan el número de la póliza de asistencia sanitaria porque no la tienen contratada; que incitan a reclamar para que actúe un seguro de responsabilidad civil (completamente insuficiente en esta actividad profesional); y, lo peor, hay que ver cómo se resuelve este caso en concreto, que llevó sutura, y el desencanto de un padre que no piensa volver al Aqualand. O sea, “que no se cura regalando entradas”.

(*) Miembro de Alternativa Nacionalista Canaria