El Hierro vuelve a ser objetivo de una lanzadera

Asociación ecologista Ossinisa

Fue en 1994 cuando una estudiante de geofísica, originaria de la isla de El Hierro, asistió al  II Congreso Europeo de Estudiantes de Física en Sevilla. En el mismo, una ponencia del Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial (INTA) presentaba el futuro Centro de Lanzamiento Espacial de La Isla de El Hierro. Así nació la inquietud de un grupo de jóvenes por saber qué había detrás del proyecto, desconocido por la ciudadanía de la isla.

Según la Asociación Ecologista Ossinisa, en 1996 la revista científica ‘Universo’ número 17 publicaba un reportaje del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, dependiente del ministerio de Defensa) en el que se explicaba el proyecto Minisat, un satélite de unos 500 kilógramos equipado para observar la Tierra. Entre sus misiones  estaba la vigilancia militar de las regiones del Norte de África, zona de gran interés estratégico. Las empresas estadounidenses tenían  un alto interés por este proyecto, como manifestó  Álvaro Giménez Cañete, director general del INTA en aquel momento.

Esta iniciativa venía a sumarse al viejo proyecto conocido por los herreños desde 1986: el Radar de Malpaso. La creciente inquietud generada en la isla por los planes de militarización condujo a una contundente respuesta social e institucional que, según recuerdan los ecologistas, se inició a partir de una lucha conjunta de la comisión Malpaso y la comisión  Por la Defensa de El Hierro, que sumó a todos los partidos políticos y agentes sociales de la isla de El Hierro en la manifestación más multitudinaria celebrada en la isla, unas 3000 personas bajo el lema ‘Ni Lanzadera ni radar El Hierro para la Paz’.

Tras la primera manifestación - bautizada por los medios de comunicación del momento como ‘La protesta más hermosa’-, el 17 de mayo de 1997, mil herreños se trasladaron a Tenerife en ‘El Barco por la Paz’ para volver a hacer historia con una movilización que llevó a las calles a más de 20.000 personas.

Aunque ‘durmiente’ -alerta la asociación Ossinisa- esta instalación militar proyectada para Malpaso, continúa latente  en  actualidad amparada por el Real Decreto 192/2002, de 15 de febrero, por el que se declara zona de interés para la defensa nacional el asentamiento de la estación de vigilancia aérea número 23 del ejército del Aire y el acceso a la misma, por lo que la zona señalada sigue siendo de interés para la defensa nacional”.

  

Los ecologistas señalan que 20 años después, ‘PLD Space’, una start-up tecnológica española del sector aeroespacial instalada en el parque científico Universidad Miguel Hernández, focalizada en el desarrollo de dos cohetes espaciales reutilizables, estudia la posibilidad de situar la base de lanzamiento en las islas Canarias, en concreto, desde las islas de El Hierro o Gran Canaria. 

‘PLD’ trabaja en  el cohete orbital Arion que, según informa la propia empresa, pondrá objetos en órbita entre  400 y  1.200 kilómetros, con cargas de hasta 150 kilos, pudiendo transportar desde múltiples satélites miniaturizados cubesat, hasta un minisat de 150 kilos. El primer vuelo del ‘Arion 2’ se prevé en junio de 2020 y aspira a un ritmo de 10 lanzamientos al año. La citada empresa cuenta con encargos que llegan de Europa y de todo el mundo.

Dada la gravedad de los planes que se están diseñando para la isla desde foros ajenos a la misma, la asociación ecologista Ossinisa solicita a las instituciones públicas que informen a la ciudadanía con total transparencia, no repitiendo episodios pasados, y que garanticen firmemente la voluntad popular de ser una plataforma de Paz, en la que se preserven los valores culturales y naturales, tan transgredidos en la última década.