La cara oculta del femicida y el femicidio - Actualización IX

Lic. Horacio Serfilippo (*)

La historia nos ha enseñado que basta que alguien tenga un discurso carismático y se comunique con grandes ademanes, prometiendo cosas, como para que conquiste un porcentaje de la sociedad. Sobre el manejo de masas habló bastante Sigmund Freud, y aún sigue vigente. Solamente una población instruida, y con consciencia social puede no ser seducida por este tipo de discurso.

Tanto la violencia machista, como la movilización de las personas en contra de esto, asi como tambien aquellos que se manifiestan para que quede todo igual, son fenómenos sociales que emergen de una sociedad enferma, pues si estuviera sana nada de esto que estamos viviendo hubiera sucedido. Al menos no con la gravedad que se está viendo.

Surge un partido de ultraderecha que condiciona su apoyo si se quita la ley contra la violencia machista. Este tipo de partidos pasarían sin pena ni gloria si al momento de las elecciones la gente se comprometiera en ir a votar.

Lo mejor que podría pasar en Andalucía, es que no llegaran a un acuerdo y tengan que llamar a nuevas elecciones, eso daría la oportunidad a que viendo lo que sucedió, la gente vaya masivamente a votar, dejando de lado todo el descontento que les puede haber generado el o los gobiernos.

Todo esto que comento es para mostrar cómo una cosa lleva a la otra, y de qué manera las personas se convierten en engranajes para que se sostenga un círculo vicioso en el cual se benefician unos pocos, mientras la inmensa mayoría la pasan peleandose entre ellos por cosas que alguna mente perversa inventó para mantenerlos distraídos.

Hay una propaganda muy esclarecedora que dice que nuestras preocupaciones deberían ser no saber que programa ver esta noche, o que la pizza llegó fría, o que si lloverá o no. No, no saber si voy a poder comer hoy por falta de dinero, o que te casen a los 16 años.

Todas estas crisis en diferentes países y regiones son generadas por cuestiones económicas. Por qué no pensar que la violencia machista no es un subproducto de estas?

Pero si la ciudadanía sale del estancamiento en el que está, y se interesa, se involucra y se organiza, de la manera debida y no siendo instrumento de aquellos que quieren usarnos para que parezca que todo cambia, para que nada cambie, la realidad comenzará a cambiar radicalmente.

A los factores de poder le conviene que la sociedad siga siendo individualista y egoísta, pues así se asegura que no haya organización.

Lo que quiero dejar claro es que la violencia machista es solo un ingrediente de la punta del iceberg,

Por eso es tan complejo el conseguir un cambio de paradigma, aunque no imposible. Como dije anteriormente, está generando resistencia y se pondrá peor a medida que la corriente anti machista se vaya haciendo fuerte. Llegará el momento en que terminen disgregandose y se disuelva, como sucedió con el nazismo. Pero, aprendamos de la historia, siempre quedarán células que van a querer renacer y multiplicarse, cambiando la máscara, pero el que está detrás es el mismo.

En estos últimos días hubo otra víctima de la violencia machista, la primera del 2019.

Por eso, la población no debe dejarse engañar por quienes quieren hacer creer que esto es una lucha de hombres contra mujeres. Un violento machista, no es un hombre, y tratarlo de cualquier otra cosa sería demasiado bondadoso, e insultante para con quien se lo compara.

La única manera de terminar con esto y establecer un nuevo paradigma es que la población se involucre muy activamente, formando asociaciones de protección a la mujer. Cuantas más, mejor. Y distribuidas por todo el país. Si se monta una infraestructura fuerte, las mujeres que estén viviendo situaciones de violencia se sentirán más seguras y protegidas para enfrentar la situación. En la actualidad muchísimas mujeres callan su problema por miedo y debido a que no se sienten respaldadas lo suficientemente por las instituciones estatales, por las leyes y los jueces. Y las organizaciones privadas son pocas y no tienen suficiente fuerza para lograr un cambio.

Es necesario que se organicen y exijan al estado un mayor compromiso. Si piensan que basta con llamar al 016, y que no quede registro de ese llamado, se equivocan. Las mujeres no llaman hasta que el conflicto ha llegado al extremo en que si no se van las asesinan. Muchas no llegan a hacer ese llamado.

La solución es brindarles una casa de acogida, junto a sus hijos, hasta que se pueda resolver el conflicto. Tener un equipo de psicólogos y psiquiatras para darles la contención y tratamiento necesario.

Los políticos hablan mucho pero hacen poco, por lo que esperar algo de ellos es en vano. Si las personas no se indignan, y aquí englobo mujeres y hombres, pues estos últimos deberían sentirse muy enojados por esta situación al verse agregados a un grupo, el de los machistas, por el cual no se sienten representados. Como decía, si no se indignan y presionan sobre el estado para que las agrupaciones particulares tengan mayor peso e influencia sobre los jueces, es poco y lento lo que se consiga.

La semana que viene les contaré algo que sucedió recientemente en los tribunales de Málaga, y así entenderán por que expreso con tanto fervor que deben actuar e involucrarse. La seguimos la semana próxima. Si tienen alguna consulta o sugerencia el correo de contacto es Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

*) Psicólogo y articulista