La cara oculta del femicida y el femicidio - Actualización III

Lic. Horacio Serfilippo (*)

Hay tres hechos sobre las cuales estuve reflexionando en estos días, y que permiten acercarnos un poco más al fenómeno de la violencia machista, y que tal vez aclaren algunos aspectos.

El primer hecho tiene que ver con algo que escuché en la radio de Andalucía, en donde decían que los violentos machistas eran una lacra que nos está invadiendo.

La cuestión aquí es que para que este problema se solucione, o al menos decrezca, primero tenemos que hacernos cargo, desde el pensamiento y desde las palabras, que los psicopatas machistas surgen del propio núcleo de la población española, o de donde exista este problema. No es una invasión.

Expresar que somos invadidos hace creer, a quien lo escucha, que los femicidas y los machistas vienen desde afuera, y que la población es un núcleo sano. Si se quiere terminar con esto, lo primero es ser coherentes con la realidad que nos rodea y aceptarla. Vivimos en una sociedad enferma que continuamente reproduce esa patología en sus hijos. Es un círculo vicioso que debe ser cortado, pero para eso, como dije en el anterior artículo, las leyes deben ser más duras, no se puede proceder con paños tibios.

La violencia machista existe hace mucho tiempo, era algo anormal que con el tiempo lograron hacerlo ver como si fuera normal. A ese nivel es que está enferma la sociedad. Esto que era invisible, al comenzar a colocarlo en primer plano, hizo que algunas personas se den cuenta de lo malo de esta situación. Y digo algunas por que he escuchado que incluso gente de la política ha hecho alocuciones machistas.

A mis consultantes les hago la analogía con el haz de luz de una linterna, la cual ilumina un sector, dejando en la oscuridad el resto. Bueno, en ese resto estaba la psicopatía machista.

Fue tal el convencimiento al cual se había llegado en la población en épocas anteriores, que hasta las propias mujeres justificaban que el marido les pegara.

Recuerdo un comentario que una mujer me hizo hace varios años atrás respecto al marido. Ella me decía que siempre había sido un buen marido, y que jamás le había pegado. Como yo conozco al marido, y se la clase de lacra que es, mi conclusión fue que en esa negación se escondía una afirmación. De hecho este hombre es un psicópata, aunque de poca monta, pero lo suficiente como para ser capaz de pegarle a su mujer.

Lo peor de la frase de esa mujer es haber dicho que nunca le había pegado, pues con ese comentario está dejando ver que ella seguiría casada con esta persona, aunque le pegara.

El segundo hecho, es que en esta misma radio hablaban sobre la violencia de género sobre los niños. Y aquí estamos en lo que yo comentaba antes, el círculo vicioso. Este es otro aspecto de ese cambio que yo proponía en el anterior artículo y que debía producirse desde las escuelas.

Hemos llegado a tal gravedad en el estado de este tema que ya se hace necesario, si queremos cambiar el paradigma, que las autoridades de las escuelas deben tener poder de control cuando vean que algo anormal se produce en la conducta de los niños, y que no sea solo cuando detectan un posible abuso sexual.

El tercer hecho que ilumina otro aspecto del problema es sobre unos eventos que sucedieron recientemente en la vida de una amiga, que se dejó seducir por las palabras dulces de un hombre. Cuando se fue a convivir con él se dio cuenta que detrás de esa máscara había un psicópata machista.

Lo que quiero hacer notar de este caso es que el violento hará uso de todas las artimañas para lograr que su presa caiga en su telaraña. Mentirá todo lo que sea necesario y se hará ver como una pobre víctima para conquistar a su presa.

Esta amiga se dio cuenta de con quién estaba cuando comenzó a averiguar la verdad. Hay algunos aspectos que quiero destacar sobre las características que se pueden dar en los psicópatas. Muchos pueden tener alguna clase de adicción. Esta lacra es adicto al juego y a la droga.

En definitiva mi amiga tuvo que ser ayudada por la policía y una hija del psicópata para salir del apartamento, pues la había dejado encerrada. Pudo salir y escapar, y escoltada por la policía tomarse un avión.

Lamentablemente esta clase de sujetos saben lo que deben decirle a una mujer para seducirla. Detectan lo que la mujer espera escuchar le digan.

La conclusión que se saca de esto que relato es que debemos reconocer que crecemos dentro de una sociedad enferma, y que por el hecho de que accidentalmente algunos de nosotros seamos medianamente sanos, no quiere decir que al lado nuestro no tengamos un psicópata violento.

Lo otro a lo que se concluye es que debemos extremar las exigencias al estado para que dispongan mayor control desde los colegios, sobre estar atentos ante posibles conductas violentas por parte de los padres sobre los hijos.

Y lo último es que un alto porcentaje de los psicópatas tienen alguna clase de vicio.

Tal vez mas adelante haga un detalle de las diferentes características de los distintos psicópatas con los que podemos cruzarnos, ya que todos somos susceptibles de poder toparnos con estos individuos. Seguimos la próxima semana. Si tienen alguna consulta o sugerencia el correo de contacto es Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

(*) Psicólogo y articulista