Demencia senil. Una enfermedad imposible? V

Lic. Horacio Serfilippo (*)

Recientemente tuve la oportunidad de escuchar a un periodista entrevistar a una persona que cuidaba a su esposa con Alzheimer. Daba lástima escuchar a esta persona, pues sufría mucho por el agotamiento que le generaba el cuidado de su cónyuge. Este señor hacía grandes sacrificios por cumplir con cada detalle. Hasta maquillaba a su mujer cada vez que salían.

Pero lo que más grabado me quedó fue la frase del periodista. “Día cumplido, día ganado. Hoy pude.” Esta encierra un contenido de proponerse actitud positiva, pero además el tener en cuenta que el cuidado de estos enfermos debe verse como proyectos a corto plazo, pues al día, la semana o el mes siguiente puede cambiar nuestra realidad.

Por eso lo adecuado sería que dividamos el día en tres mini proyectos. Cumplir con la etapa de la mañana, luego cumplir con la de la tarde, y por último con la de la noche. Y en cada intermedio entre etapas, tener una actividad propia que nos de algún tipo de placer.

Tal vez algunos digan que está bien tener una distracción, pero luego se vuelve a la triste realidad. Es cierto, pero cuando se tiene un trabajo donde no se es feliz, también se piensa igual, y aun así se sigue trabajando. La gran diferencia es que con la persona que cuidamos tenemos un lazo afectivo que nos puede permitir tener momentos de satisfacción. Cuanto más racionalicemos los aspectos de la relación, y reservemos las emociones para los buenos momentos, mejor la vamos a pasar.

Hablemos de las sensaciones físicas.

Aquí debemos hacer uso de nuestra memoria, y del conocimiento que tengamos de la persona que cuidamos, pues lo que nos manifieste puede no ser real. Podrá decirnos que tiene dolor de cabeza, pero cómo saberlo? No sabemos.

Si la persona ya ha sufrido de esas sensaciones que dice tener, podríamos suponer que lo que siente es real, y entonces actuar en consecuencia.

Hay otras sensaciones que son visibles, y que tal vez no nos diga que las siente. Aquí nuestro trabajo va a ser estar muy alerta para revisarle diversas áreas del cuerpo para controlar que esté todo bien. Pueden lastimarse y no darse cuenta, y no decir ni quejarse de nada.

Es importante, si no han convivido con la persona, o no la conocen bien, tener a mano una historia clínica de ella, como medio de consulta.

Las personas de edad suelen tener dolores, y los lugares más comunes son las articulaciones, los músculos, los miembros inferiores y las manos.

Este área es tal vez la más complicada y sobre la cual debemos poner más atención. Donde se descuiden la persona puede tener complicaciones en su salud.

El mejor indicio a tener en cuenta es si hay cambios en su conducta, o su temperamento.

Una subida de fiebre pequeña, hablemos de 37,5, ya puede alterarla lo suficiente como para que nos demos cuenta. No cometan el error de pensar que cada uno de los cambios es debido a la enfermedad. Es mejor dudar siempre y poner en tela de juicio las manifestaciones del enfermo, que dar por sentado que lo que sucede es por tal o cual cosa, y después darnos cuenta que nos equivocamos.

Cuales son aquellas cosas que vemos que nos puedan hacer pensar que algo no marcha bien?

  • Que se quede dormida en horarios en que normalmente debería estar despierta. Esto puede pasar por anemia, deshidratación, fiebre, falta de algún mineral fundamental para el cuerpo. Lo mejor en estos casos es siempre preguntar al medico cuales pueden ser las causas.

  • Que tenga fiebre, sin causas aparentes. Puede tener infección de algún tipo. Urinaria es la más común. Puede estar incubando alguna enfermedad. Puede tener una escara que no hayamos detectado.

  • Que no quiera comer, o que se muestre muy molesta a la hora de darle la comida. Por ejemplo sea dando vuelta la cara o queriendo agarrar cosas o meter las manos en la comida o el vaso con bebida.

  • Que si camina, de repente no pueda hacerlo, o se muestre débil.

  • Que tenga reacciones que no son comunes. Tengan en cuenta que si la persona ha sido sociable y de buen carácter, estas características suelen conservarlas. Estoy hablando de un estadío más avanzado de la patología, donde la enfermedad ya está definitivamente instalada y en donde la conducta de la persona ya es más estable.                                                  Creo que vale la pena que me explaye más respecto a las etapas de evolución. Como había dicho anteriormente, la enfermedad tiene una evolución insidiosa, silenciosa, confusa. Lo primero que verán es que hay un cambio en algo de su personalidad, pero como este se da de manera lenta, progresiva y en aumento, les va a ser difícil notarlo hasta que el mismo sea realmente ilógico. Estos cambios pueden darse en diferentes áreas de la persona, sea su conducta, sea en su línea de pensamiento, sea en su temperamento, o tal vez en su manera de comunicarse. Les doy un ejemplo, una persona que es de buen carácter, puede sufrir cambios temporarios volviéndose intratable. Pero al tiempo vuelve a estar bien. Puede ser también que esos cambios sean temporales y con una persona. Por ejemplo, crear una discusión con su pareja cada vez que se van a dormir, o cuando se van a cenar. Cuando estas manifestaciones se vuelven repetitivas, es claro que algo no está bien en la persona. Debido a la ambigüedad de las manifestaciones, podrían atribuirse a otras causas. Por eso este dato debe ser tenido en cuenta, pero no ser definitorio para diagnosticar la patología. Puede luego seguir una etapa de tranquilidad, que lleve a más confusión. Por eso para tener más certezas, debe prestarse atención a las otras áreas que les comente anteriormente. En la línea de evolución de la enfermedad puede suceder que la persona comience a tomar hábitos que no son comunes a él, y que no tenga interés de cambiarlos. Por ejemplo, quedarse dormido frente a la Tv cada noche. Lo extraño es que no le interese cambiar esta conducta, aunque la misma pueda molestar a las personas con quien convive. A esto puede estar asociado cambios bruscos de ánimo, donde lo más común sería que se ponga agresiva en diferentes grados. Siguiendo esta línea evolutiva, podremos ver que puede haber fallos en su memoria, lo cual puede asociarse a pérdida a nivel espacial, no sabiendo donde está. O pérdida a nivel temporal, desconociendo el día en el que está, o la hora que es. Puede ver que el día está soleado, pero no saber si es el atardecer o el amanecer. Luego vendrán otros cambios, como ser fallas en el razonamiento; caprichos dignos de un niño más que de un adulto; falta de comprensión en cuestiones elementales y diversidad de otras facultades que pueden verse alteradas, o no, y que dependerá de los recursos positivos que tenga la persona el cuanto se vean modificadas.

Salvada esta aclaración, que creo era necesaria, vean que estos son ejemplos de cambios, pero pueden haber más. Ya les digo, depende del carácter que tenga el enfermo. Además estos cambios siendo notorios, lo que los hará poco importantes es la atribución que nosotros hagamos del por que son. Y  aquí no podemos dar por sentado nada. Es una persona que no puede comunicarnos que le pasa, o que siente. Seguimos en la próxima. Ante cualquier comentario o consulta, mi correo es Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo." target="_blank">

(*) Psicólogo y articulista