¡Nueve años!

Eduardo García Rojas (*)

Ya tengo nueve añitos y creo que me he ganado el derecho a llevar pantalones largos y la camisa por fuera. Miro hacia atrás sin ira y me sorprende que aún me pregunte las mismas cosas de antes así como otras nuevas, algunas de las cuales han tenido respuestas y otras, me temo, ninguna, aunque no se pierde la esperanza. 

Será cosa de esa esperanza que me mantiene la que anima a celebrar un cumpleaños con todos ustedes, conocidos y desconocidos, los que  recalan con cierta generosa puntualidad y los despistados que llegaron a ella buscando información de vete tú a saber qué…

Como era inevitable, han cambiado muchas cosas desde entonces pero nueve años, qué quieren que les diga, es como un milagro. Así que comprenderán que la fiesta, que celebramos el pasado martes, 20 de septiembre, terminara a altas horas de la noche. Esa misma hora en la que la noche deja de ser noche y comienza con bostezos a convertirse en día…

Pero estaba más que justificado, de alguna manera el tipo que me escribe se lo merecía. El tipo ha pasado por un añito de aquí te espero. Y creo que de alguna manera hay que quitarle de la cabeza esa resignada melancolía que ahora lo enferma.

Pero ya espabilará el nota. Eso lo tengo más que seguro.

Y es que tengo hambre.

En estos nueve años me ha alimentado con cerca de tres mil post y en eso que llaman Facebook ya contamos con más de un millar de seguidores que al menos están ahí porque le han dado al Me gusta la página.

Hecho de menos las polémicas que antes se daban en mi casa, con conversaciones que derivaban inevitablemente en descalificaciones personales que la mayoría firmaba como anónimos.

La ira la encendía algunos de estos artículos pero vino la calma y quien les escribe se acostumbró a reprimir la acidez de estómago que es lo mismo que decir se acostumbró a vivir en paz. 

Los cuentos con los dedos de las manos,

nueve añitos…

El próximo será 10. Una década.

Ojalá estén tan trufados de prodigios como estos nueve años. Años en los que he digerido desde literatura y cine, a reflexiones que solo entiende quien las firma, que es mi creador.

Pero que se ande con ojo el muy tolete por si continúa tan melancólico como hasta ayer, quiero avisarles que El Escobillón está pensando iniciar una rebelión que por ahora lleva el nombre en clave de Prometeo…

- Prometo te voy a dar… Recuerda que nueve años no son nada.- me dice el muy cabrón.

- Pero son nueve añitos.- le contesto mientras me pongo mis primeros nueve pantalones largos.

Saludos, ¡viva Carlo Collodi!, este lado del ordenador.

(*) Escritor y periodista. Editor de www.elescobillón.com