Del noble deporte del boxeo

Francisco González (*)

De pibe, como todos, practiqué bastantes deportes. Tal vez demasiados para poder destacar seriamente en alguno, pero nunca fútbol. Había una razón para lo del fútbol. En realidad, dos razones. La primera y fundamental: Era muy malo jugando y en los equipos de barrio o escuela me querían poder de portero….si aportaba el balón. Si no, ni eso. La segunda fue el encuentro decisivo entre la Unión Deportiva Tenerife en el campo Hespérides en que el CD Tenerife se alzó con una decisiva victoria con 13 jugadores, los doce de rigor y el árbitro.

Acababa de cumplir yo 13 años y fui al partido con mi padre y dos jugadores del Real Hespérides, Florencio y Melquiades Alvarez, que años más tarde me diera clase de matemáticas en el Instituto –que todavía se llamaba “de Canarias”- y, aún más tarde, fue compañero mío tanto en ese Instituto como en la directiva del Colegio de Doctores y Licenciados en una conflictiva época de la agónica dictadura. Fue la última vez que pisé un estadio para ver un partido de fútbol.

De los deportes que, más o menos ocasionalmente practiqué, guardo recuerdos gratos de los equipos de baloncesto que entrenaba Roberto Mora, sobre todo del Chacarita, y luego del Canarias juvenil con compañeros como Luis ‘El Bache’, Luis Junco, Paco Espinosa, Naveiras….Del baloncesto me pasé a la Lucha Canaria, de la mano del mejor luchador que, a mi juicio, ha dado Canarias, ‘Angelito’, y luego en el Juvenil Hespérides (mi padre era tesorero de la Federación de Lucha Canaria) que entrenaban Santiago  ‘Capitanito’ y, a veces,  Leoncio de la Rosa ‘Carampín’. Por esa época, en el Campo Hespérides, José María Hernández Rubio, catedrático de Derecho Político de la ULL, falangista y, luego, filocomunista y, sobre todo, peculiar (al que Carlos Suárez ‘Látigo Negro’ imitaba a la perfección en la Fiestas del Rollo del Colegio Mayor San Agustín), puso en marcha el Rugby, con los equipos ‘Guacamayos’ y ‘Pulpos Negros’ hice mis pinitos de apretujones.

Del británico y para mi, esporádico, rugby recalé en el boxeo. Embullado por amigos como el tejinero Goyo Barreto ‘Manisero’ –hoy reputado abogado venezolano- que montó un microgimnasio para boxeo en su casa o el mahorero del norte –que se empeñan en malnombrar como “conejeros”- Enrique Levy Hortola, Kid Levy finísimo estilista superligero que perdió por lesión un campeonato de España con Barrera Corpas y, sobre todo por imitación de mi tío Ramón Pérez Suárez que, cruzando guantes, me enseñó los rudimentos de este deporte y, sobre todo, a valorar la nobleza del mismo comparable en ese aspecto con nuestra Lucha Canaria, me metí a boxear como amateur. Aparte del tabique nasal hecho un cristo y las decoraciones en las cejas, lo mejor que saqué fueron los recuerdos de los grandes boxeadores de esa época y la idea de que, muy lejos de la estúpida creencia de que todos los boxeadores eran empedernidos buscaruidos, se trataba de verdaderos señores del deporte.

Solo como somero e incompleto listado de los grandes campeones canarios de aquella época dorada del boxeo isleño –además de mi ya nombrado amigo Kid Levy-  que conocí o que vi boxear o que nos llegaban a todos los principiantes con su fama, cada uno de ellos merecedor de un homenaje popular, nombraré a: Juan Albornoz Sombrita’; Kid Tano el Campeón del silencio, Francisco Trujillo Paquillo; el zurdo Barrera Corpas el Ciclón del Atlántico; Miguel Velazquez, olímpico en Tokio y Campeón de Europa; Raimundo Estévez; Miguel Calderín; Carmelo García Gancho; el gomero Marcos Chinea que fue olímpico en México; Cesáreo Barrera el ‘Bombardero del Puerto’ ; el pesado Fermín Hernández Suárez, …….y a un  cubano, muy ligado a esta tierra como fue Pepe Legrá, el ‘Tigre de Baracoa’ que venía a Gomera a entrenar en Santiago con Sombrita.

Me ha venido todo esto a la memoria reverdecido por la victoria del peso ligero Juan Carlos ‘King Daluz’ en el Pancho Camurria sobre el andaluz Carlos ‘Ratón’ Pérez con lo que se alza con el campeonato de España y enarbola, pa’celebrarlo, nuestra bandera nacional heptaestrellada.

Merece la pena reivindicar el noble deporte del Boxeo.

(*) Exsecretario general del Frepic Awañak