La Unión de Oficiales de la Guardia Civil exige más plazas para combatir el yihadismo

Las 1150 plazas que se prevén para 2016 son insuficientes

EDDC.NET / Madrid

La aprobación de los presupuestos generales del Estado ha supuesto que, por primera vez en años, se retome en la Oferta de Empleo Público la tasa de reposición del 100%, es decir cubrir todas aquellas plazas cuyos titulares hayan causado baja durante el año por jubilación o cualquier otro motivo.

Si aplicamos esta tasa a la Guardia Civil, significaría que la próxima oferta de empleo público para el Cuerpo estará en torno a 1150 plazas, un número aceptable pero que difícilmente compensa la pérdida de efectivos provocada por la, hasta ahora, casi inexistente oferta de plazas y por los importantes cambios normativos realizados en materia de jornada laboral durante los últimos años. A consecuencia de ello, con respecto a principios de 2010, se ha generado una pérdida de potencial de servicio que podríamos cifrar en unos 10.000 efectivos.

Evidentemente, tras los trágicos atentados de París y en un entorno de máxima amenaza terrorista esta pérdida de potencial tiene una mayor magnitud. No en vano, la formación de cada uno de los futuros agentes requiere de un período de tiempo variable según los cometidos a los que se destinen dichos agentes, que será mucho mayor para Unidades Especiales o Servicios de Información, dada la alta especialización de sus componentes y las dificultades implícitas en la selección y preparación de los mismos.

Además, otro factor a tener en cuenta, consecuencia de la escasez de plazas, es el envejecimiento de la plantilla lo que, a medio plazo, tendrá una importante repercusión en la selección de personal para aquellas unidades con alta exigencia de capacidades físicas como las empleadas en intervenciones contra grupos terroristas.

En este contexto, desde Unión de Oficiales Guardia Civil Profesional consideramos que el aumento de la seguridad es directamente proporcional al número de efectivos de Policía y Guardias Civiles disponibles para protegernos, lo que requiere de unas plantillas 100% operativas y sin carencias.

Por ello, entendemos que se dan los argumentos y razones suficientes para pedir una convocatoria extraordinaria que permita redimensionar la plantilla de la Guardia Civil, adecuándola a las nuevas exigencias, entre otras, de la amenaza yihadista y poder ofrecer mayores garantías de protección a los ciudadanos.

Somos conscientes de que esta medida generará ciertas reticencias por su impacto en unas cuentas públicas aún escuálidas, pero no es menos cierto que negar la evidente necesidad de ampliar el número de efectivos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado supone, en cierta forma, exponer a la población a una amenaza tan peligrosa como real.

La situación, por tanto, exige la responsabilidad de nuestros dirigentes y que antepongan la seguridad de todos los españoles a cualquier otro cálculo en términos políticos o económicos.